Hace 44 años atrás, el cielo santiaguino estuvo más celeste que nunca. ¡Y era que no! Los nuestros reproduciendo nuestro rico pasado futbolero, levantaban la Copa Polla Gol. Ese domingo el día en Iquique amaneció más temprano, ansioso como cuando esperábamos la pelea de Joe Louis con Arturo Godoy. Muchos de los nuestros se fueron a la capital en buses, otros en esos vehículos que se le llamaban utilitarios, desafiando lo que se le viniera por delante. Los iquiqueños exiliados en Santiago acudieron en masa a apoyar a los nuestros. En mi casa en Bolívar 1143, sintonizaban la radio para escuchar ese partido. El silencio reinaba esa tarde del 13 de abril. Silencio breve, por cierto. No era una final cualquiera. Era el centralismo versus el iquiqueñismo, Colo Colo versus Iquique. Eran los albos de Caszely… Nosotros los mestizos desafiando, una vez más, a los que se creen dueño de la idea de nación. La sola entrada de los nuestros a los pastos de Ñuñoa, indicaba nuestro ánimo. Pachorriento Carreño, mágico Dávila, aperrado Víctor Hugo, hermético bajo los tres palos, Luis Acao. Los once apóstoles juramentados con la historia y el futuro.  Estay y Novo en la banca. Nerviosos como cuando debutaron en Audax Italiano y Magallanes. El PF y psicólogo Sergio Ormazábal dando instrucciones por doquier, mezclando el psicoanálisis con el conductismo.  En la memoria Sola, Cavieres, Ahumada, Vernal, Astorga y el León del Bajo, inspiraban…Los campeones absolutos del 1943 encendían la esperanza.

Los nuestros jugaron casi de local. Iquique entero suspendió la siesta, las polvorientas canchas vacías como nunca se había visto. Por cierto, la ciudad era otra y ya mostraba para donde iba. No en vano se gritaba en el viejo estadio “Cuánto somos, cuánto estamos” una especie de pasar lista a nuestra identidad. Ese equipo nos unió hasta el día de hoy. Los años han pasado por esos dragones y con el tiempo me he ido haciendo amigo de mis ídolos. Una vez le dije a Fidel “Chino” que me hubiera gustado jugar como él, y enseguida me respondió “y a mí escribir como tú”. Exageraba Fidel, por cierto.

Publicado en La Estrella de Iquique el 14 de abril de 2024.