La Zona Franca de Iquique, celebrando sus 35 años de vida, convocó a un concurso de cuentos, a decir verdad, cuentos breves, sobre este nuevo aniversario. Fue de algún modo un acto de arrojo, ya que este tipo de actividades no siempre logra convocar. La realidad superó incluso a los más optimistas. Llegaron más de mil narraciones. Todas ellas de una u otra manera, tenían como punto central el impacto que la Zofri ha tenido, en los iquiqueños. Una primera conclusión de este concurso, más extra literaria que literaria, es la que permite afirmar que la ciudad ha hecho de la Zofri, algo propio, y que se manifiesta en el cariño que por ella sienten.
Lo anterior nos habla además de una actividad literaria en la ciudad que gracias a este iniciativa, logró hacerse visible. Pero lo que más llamó la atención al jurado compuesto además por Guillermo Ross-Murray y Pablo Daub, fue la gran cantidad de niños y niñas participantes. Esto nos habla de la necesidad, en esfuerzo conjunto entre la Zofri y la Cormudesi, por ejemplo, de prestar atención a esos signos tan vitales como sensibles de una ciudad que en apariencia aparece ser reacia a la literatura.
Los cuentos, dependiendo de la edad de quienes los escribían hablaban de una Zona Franca insertada casi violentamente sobre una geografía tradicional y popular. Los adultos, hacían referencias a la Siberia, al Iquitados, a nuestros queridos “potos verdes”. Sobre esas ruinas, se levantaría “este nuevo dragón”. Los niños por su parte la ven como una fuente inagotable de diversión. Una “Nueva California” llena de juguetes y de embelecos.
La actividad del salitre ayudó a desarrollar una literatura llamada nortina o del salitre. Clodomiro Castro y Juanito Zola, sus cimientos, nos alumbran el camino. La Zofri, debiera continuar con esta tradición literaria, ahora bajo nuevas condicionantes y nuevas técnicas literarias, nuevos temas y nuevas preocupaciones. Hay que ayudar a cultivar la literatura que nace en los niños y en las niñas ¿quien nos dice que esa puede ser nuestra nueva marca como ciudad, la de escritores?
Estas 35 miradas editadas además en un bello libro, debe ser una nueva postal de esta ciudad que busca casi con desesperación ampliar el catálogo de sus auto-presentaciones. La responsabilidad cultural de la Zofri ha quedado de manifiesto a través de esta actividad, abierta y concursable. Los tres cuentos ganadores, de una u otra manera, expresan la adherencia de esta actividad comercial en la piel regional.. La dinámica, el ritmo, las conjunción de pasado, presente y futuro, la presencia de Hugo Boss, el Tani Loayza y Lucho Barrios, en el cuento ganador, además de los olores a incienso y a multiculturalidad, nos habla de una nueva ciudad. Pedro Marambio, el ganador, nos deleita con su cuento corto y preciso, eficaz y contundente como el octavo round de Godoy frente a Louis, el año 40, un 9 de febrero. Esperamos las 36 miradas para el año que se nos viene.
Publicado en La Estrella de Iquique el 17 de octubre de 2010. Pagina A-9