Lenci  cuyo nombre de pila es Pablo, cabe en estas páginas no necesariamente porque es un jugador que muestra  garra y corazón. Tiene un lugar asegurado en la memoria de esta ciudad,  por que viste la celeste y la defiende como si fuera del Unión Matadero o del Pueblo Nuevo.

El rubio back central oriundo del Río de la Plata, sujeto de  pasión de la Zunilda,  se gana el aplauso domingo por medio, aunque cobre cada cuatro meses.  Pero lo anterior, todo el mundo lo sabe. Pelluco le mueve la bandera celeste -sin dragón, pero  con la  boya,  con un orgullo tal, que le hubiese gustado que,  en vez de nacer en  Argentina lo hubiese hecho en la Caupolicán.

Lenci, coronó la larga fila de frases célebres que se han inventado para definir la ciudad. “Iquique era una villa grande y hermosa” afirmó en los años 40 el escritor iquiqueño Luis González Zenteno; el músico Víctor Acosta escribió y cantó: “Es un amor que nunca olvidaré/entre mi pecho vive escondida/ Puerto de Iquique/ tú bien lo sabes/que yo jamás, jamás te olvidaré”.   Atilio Carboé no menos inspirado dijo:  “Iquique ciudad de historia/ que brinda grandes inspiraciones/ de ti salen los campeones/ Iquique mio de corazón”.  Ramón Gallegos, en un amor cavanchino cantó en los años 60: “Cavancha, Cavancha/ Rincón, nido de amor/y de añoranzas/ tus playas son un canto/ de alegría/ belleza, juventud y ensoñación”. Juan López se llena de orgullo cada vez que la aguja de su pick up penetra los surcos del 45 rpm.

Y la lista puede ser interminable. Como la frase aquella de Ernesto “Che” Guevara bajando por los zigzag  en una alfombra persa. Hasta las observaciones de Charles Darwin y   Howard. Russel, o  de Benjamín Subercaseaux que afirmó:  “Y todo esto, como producto de lo que fué y que ya no es, se infiltra con un aire de añoranza en las viejas maderas de las casas, resquebrajadas por el sol; cubre de tristeza los bancos idílicos de sus plazas, y se renueva en la sangre de esos muchachos que vagan por las rocas pescando “choritos” o que exponen sus cuerpos morenos en algún ring de arrabal, para llegar a ser algún día los campeones de Chile”.

Pero a Lenci lo que es de Lenci. En una entrevista de televisión y tratando de explicar lo seductora y peligrosa que puede ser la ciudad – a propósito del consumo de drogas-  afirmó con  acento porteño  allende la cordillera: “Lo que pasa es que en Iquique, los días son cortos y las noches muy largas”.  ¡Grande pablito!.