A Sofanor Tobar se le conoce como compositor de canciones folklóricas. Su obra más conocida es “La Burrerita”, un cachimbo para canto y piano que ganó, en los años 60, el primer lugar en el género folklórico el festival de Viña del Mar. Pedro Messone la interpreta al igual que “Para que así te hagas hombre”. Es autor además de “El Mestizo Antigualla”, “Lamento Mapuche”, “Las Ofrendas del Toqui”, “Lunita Trasnochada”, “Joaquín Murieta” entre un centenar de más de canciones.
La canción “La Peña del Arriero” fue la primera que envío al Festival de Viña quedando entre las diez mejores. El conjunto “Los Cuatro Cuartos” grabó un par de canciones de este prolífico hombre nacido en Iquique, entre ellas una de nombre “Mulas”.
Sofanor Tobar Carvajal nació en 1902 en la oficina salitrera Santa Lucía, acá en Iquique. Luego con su familia se trasladó a Antofagasta. Dice que su patria chica es la tierra del Tani y de Sabella.
Además de compositor es poeta. Y en esa condición publicó los siguiente libros: “!Cómeme Perro!: poemas chilenos” en el año 1971; “Viejos Verdes”, también del año 1971; “Los Menumentos: veintiocho poemas sencillos” en el año 1966; y “El asado al palo: veinte poemas chilenos” en el año 1965. Son poemas costumbristas llenos de vitalidad. En “Los Menumentos” habla de la cantidad monumentos que hay en nuestra patria. Caupolicán, O´higgins, los hermanos Carreras, Diego Portales… El poema está construido en torno a un diálogo entre un peón y su patrón. Y termina así: “Uno al nacer, Patrón…/Nace con su propio Menumento!/ Lo d´iuno!…/ Su calavera/ Lo demá…/ Según mi propio dictamen…/ Es pura faramalla y lesera!”.
La obra poética de Tobar es simple y sencilla y como tal posee la fuerza y el ritmo que tiene aquella sensibilidad popular, no exenta de ironía. Su poema “La Manos del Che” señala su compromiso con la causa de la justicia social: “Te mutilaron las manos/ Porque te siguen temiendo”. Su vocación latinoamericana la expresa en otro verso: “Pisamos la misma tierra/ iguales son los anhelos/ comemos el mismo pan/ iguales son los desvelos”.
En el libro “Viejos Verdes”, finaliza con un poema autobiográfico: “Yo soy”. Habla de su padre rancaguino y de su madre coquimbana. Más adelante enfatiza: “Yo soy viento que ruge/ allá en el Tamarugal/ También soy piedra caliza/ también soy sal del salar/ Viajo con las ventoleras…/ Qué van barriendo mi pampa/ pues soy tierra que recoge/ y despeña en las quebradas”.
Enseguida habla de las salitreras: “Yo soy calichera vieja/ que se quedó abandonada/ ansiosa de barreta y pala/ de mulas y madrugadas/ Yo soy el alma que vaga/ de los que allá se quedaron/ y el alma de los que viven/ y a su tierra la olvidaron”. Continúa: “Soy la costra que gotea/ cuando ya se asoma el alba/ Soy la gota temerosa/ que dejó la Camanchaca/ Soy el brillar de los cuarzos/ en las vetas escarpadas/ Soy tronco de cardón viejo/ desafiando las heladas”. Y para que no quede duda, don Sofanor Tobar dice: “Yo nací en el norte grande/ Allá en el Tamarugal”.
Publicado en La Estrella de Iquique, el 6 de septiembre de 2004. A-9