Una nueva herramienta tecnológica recorre el mundo. No es la máquina de escribir ni el teléfono, menos aún la radio. Se trata de un producto derivado de la revolución tecnológica, a decir de muchos, la tercera revolución industrial. Si antes fue el carbón y luego el petróleo, ahora lo es la tecnotrónica. El Internet ha logrado producir algo que parece quitarle puntos al blog. Pero es algo diferente.
El facebook parece ser la puesta en escena, esta vez en el escenario virtual, de nuestras relaciones sociales. Si antes era la plaza o el despacho de la esquina o bien la esquina misma, ahora es este lugar que borra las coordenadas de tiempo y de espacio. Si antes uno no sabía cuanto amigos tenía, ahora si. E incluso aparecen sujetos que por mediación de otros, se incluyen en la lista de tales. Es posible el millón de amigos que aspiraba Roberto Carlos.
Sea como sea, esta nueva herramienta, como todo lo nuevo tiene defensores y detractores. Y no es para menos. Lo cierto es que como toda herramienta hay que saberla usar. Ya lo sabemos las amistades son cara a cara. Y eso no tiene vuelta.
El facebook parece ser un remedo de lo que alguna vez tuvimos y que ahora carecemos: la comunidad, el grupo de amigos, etc. En esta pizarra virtual exhibimos lo que somos, o aquello que nuestro pudor permite. Una rápida mirada a este catálogo indica que a todos nos va bien. Nadie pone que es un desastre y que precisa la ayuda de sus amigos, aun que sea una pequeña, como cantaba Joe Cocker.
Me gusta ver a los jóvenes iquiqueños barajando sus nostalgias por esta ciudad. Han actualizado un viejo cuestionario sobre la iquiqueñez con lugares de los años 80, en que es casi seguro que iquiqueños como Lalo Espejo reprobaría. Y no es por que no sea de los nuestros. Lo es. Lo que sucede que el vocalista de los New Demons, es de los tiempos del Ragú y no de la Pink Cadillac.
Está claro que esta herramienta tiene más uso para aquellos que nacieron en los años 80 y 90. Ellos encuentran allí a esos amigos de la infancia, que estudiaron en colegio particulares o bien subvencionados. En mi caso es bastante difícil que me encuentre con Elías Aguilera o Rigoberto Pizarro. Ambos de la escuela 6, deben navegar por otras aguas que no son del facebook.
Para los sociólogos este instrumento es una buena forma para dar cuenta de las sensibilidades y sociabilidades de la gente de hoy. Lo es también para ver como la gente se auto-presenta, algo que el norteamericano E. Gofman precisó tan bien en su estudio sobre la presentación personal. El perfil que se obliga a llenar, es una buena fuente de información. Allí está la religión y la política, los hobbies y en algunos la edad y el estado civil. Algunos ponen incluso la edad. Ingresé a este espacio virtual y quedé con la sensación de ser el más viejo de la cuadrilla. Pero, han llegado otros que me aventajan en años. Después de todo, es una instrumento al alcance de la mano, siempre y cuando esa mano tenga acceso a un computador y a Internet.
Publicado en La Estrella de Iquique, el 28 de junio de 2008