La educación pública de Chile debe cargar sobre sus espaldas la tremenda labor que los normalistas realizaron en su época. Una de estas escuelas, la Abelardo Núñez cumple un año más, aunque ya no funcione como tal. Sus egresados, cada año recuerdan su legado. Se reunen y cierran filas en torno a lo que fue un modelo educativo basado en la disciplina, y sobre todo en la formación humanista de sus profesores. El manual era sencillo pero eficaz. Se le exigía buena presentación y además responsabilidad. La corbata y el vestón denunciaba al «chute». «El profesor es el espejo del niño», operó como el primer mandamiento de ese catecismo que tenía como fin que la infancia se disciplinara y abrazara la razón como única forma de conocer. Durante 131 años formó a los futuros profesores. Con el golpe de Estado cerró sus puertas.

Los iquiqueños supieron de ese modelo. Los que ingresaron a la Abelardo Núñez, en Santiago, venían avalado además de su vocación, por el espíritu deportivo que cruzaba a toda la ciudad. Es más, al decir de algunos, los iquiqueños por el solo hecho de serlo, tenían la matricula asegurada. Se les suponía y con justa razón, buenos para todos los deportes.  Jaime Lam Luza, viejo normalista, sonríe con nostalgia cada vez que habla de su paso por la Abelardo. Se ingresaba a un régimen de internado, y el tedio lo superaban, sobre todo en los largos meses de invierno con encuentros de fútbol y de básquetbol. El país se dividía en dos. El norte contra el sur. En el primero, los iquiqueños destacaban.

Tres normalistas iquiqueños sobresalieron en la ciudad e incluso más allá de sus fronteras. Luis Taboada, Jaime Torres y Sabino Zenteno. El primero por su activa labor como dirigente gremial y Director de Educación en los años de la Unidad Popular. El segundo, por su aporte indiscutido al teatro y el tercero por su vida consagrada al deporte.

Los normalistas, los nombrados y muchos otros más hicieron del aula, su templo, en sus pizarras escribieron el guión de nuestras vidas. En el recreo nos observaban por si un talento deportivo asomaba.

Publicado en La Estrella de Iquique, el 22 de junio de 2014, página 25