¿Y qué tal si nos sometemos a un proceso de acreditación como lo hacen las universidades y otras instituciones?  Y que bajo el «Bienvenido a Iquique», se señale los años que acreditamos.  Patricio Advis rezongaba contra la ciudad que tanto quiso. Se quejaba de esto y de este otro. Hay dos consensos sobre Iquique. Es una ciudad abandonada y luego hay que re-diseñarla, re-hacerla. Es como un viejo traje que hay que remendar. Pero eso requiere un sastre de la talla de Bruna o del Negro Lolo.  Hay hoyos en las calles que son parte del manual del tránsito. Calles dormitorios, palomas callejeras que se disputan la comida con los gorriones y con los perros. Autos que se estacionan donde desean sus conductores. Gimnasio al lado de una biblioteca y en un barrio de adultos mayores. Nadie respeta los horarios. ¿Ha probado ir a una gran tienda a las 14.00 horas? No hay nadie, lo más parecido a una persona son los maniquíes. La siesta persiste a pesar de tanta construcción y martilleo desaforado.

Esta es una ciudad en construcción, pero  sin libreto que la defina y menos aun que la ordene. La vieja cancha de ese gran club que fue el Chung-Hwa va a parir, en Serrano con Amunátegui quien sabe qué. Es el ruido del progreso me comentaba una vecina, mientras una «galleta» cortaba una cerámica. Antes fue el olor a harina de pescado.

Pensar la ciudad es una tarea urgente que nadie realiza. Los que ostentan el monopolio de su construcción, a menudo, por no decir siempre, callan. Los ciudadanos le echamos la culpa a las autoridades y éstas a nosotros. En Iquique todos nos tiramos la pelota. El peatón es una especie de extinción. Iquique es una ciudad sobre cuatro ruedas. Un tiempo tuvo dos, la de la bicicleta. Mario Fuenzalida y Enrique Lozán fueron quizás los últimos en atreverse a sacar  el brazo para avisar que iban a doblar.

Iquique duele como duelen las muelas. Por eso tanta nostalgia, tanta melancolía. Por eso tanta Nueva Ola, tanta Cecilia. La idea es hacer de esta ciudad algo así como la Cecilia, vieja pero incomparable. Ella está acreditada.

 

Publicado en La Estrella de Iquique el 17 de agosto de 2014, página 15