La geografía del baloncesto local, no es tan vasta ni extensa, como lo fue en los años del otro Iquique. La ciudad se transformó, sin mediar un ordenamiento básico. El deporte, fue el principal damnificado. A fines de los años 50, el recinto del Manuel Castro Ramos, es demolido, para años después, construir el Cine Délfico. En los 80, viene el colapso, con la construcción del Atalaya. En los 90, en plena democracia, el mundo del deporte, pierde la Casa del Deportista. Estos recintos, más otros, eran los lugares donde el básquetbol, se jugaba tanto como el fútbol. Y, contaba con un público que seguía a los quintetos de la ciudad. Todo lo anterior, a raíz de que el 9 de septiembre recién pasado, La Cruz, logró cumplir 91 años de vida consagrada al deporte y, sobre todo, al baloncesto. Logró, digo, ya que es una hazaña que un club de barrio, aún haga flamear sus banderas y, cuenten con una gran cantidad de niños y niñas que; pese a todo, han optado por jugar y formarse bajo el espíritu de Santiago White, Manuel Silva, Edgardo Barría y tantos otros. ¿Cómo lo hacen?, nos preguntan. Es una lucha contra corriente, ya que el deporte, lamentablemente, se ha reducido al fútbol. Un gran apoyo, ha sido el FNDR con su 2% destinado al deporte, pero sigue siendo insuficiente. Carecemos de una política pública para el deporte. Es paradojal, el hecho de que, en esta ciudad, haya tanta plata y, tan pocos aportes serios y sistemáticos para esta actividad, por parte de la empresa privada que, les guste o no, debe tener una política de responsabilidad social. Una de las maneras de invertir en seguridad, salud, identidad y participación, es a través del deporte.
El proyecto La Cruz, consiste en dotar a sus jugadores niños y niñas, desde los 6 años en adelante, de una ética deportiva que, debe traducirse en ciudadanos activos y conscientes de sus derechos y deberes. El sueño cruciano, nacido en el Colorado, se encuentra hoy en su casa, en la plaza Arica, más vigente que nunca. La plaza Arica sigue siendo un barrio de basquetbolistas.
Publicado en La Estrella de Iquique, el 14 de septiembre de 2014, página 16