La demolición del Barrio Parque significa el principio del fin de lo que fue por mucho tiempo el nuevo Iquique. Desde los 80, la ciudad empieza a vivir, en forma desordenada por supuesto, un crecimiento urbano que daba cuenta del dinamismo de la ciudad, a consecuencia de la Zona Franca.
Sectores como la Puchuldiza, la Villa Magisterio, Tamanako, entre otros, daban cuenta de como se expandía la ciudad. Pero también, de un crecimiento desigual y segmentado. Los sectores ya señalados nos advertían de una clase media en alza, compuesta sobre todo por profesionales jóvenes, profesores y comerciantes exitosos. La Villa Magisterio, parecía ser lo más lejano de la ciudad. El cerro operaba como obstáculo y como enorme patio de esas casas. La calle Cerro Dragón, era o parecía ser la frontera. Nada de eso sucedió.
El Barrio Parque (¿ a quién se la habría ocurrido ese nombre?) sintetizaba muy bien la aspiración de vivir en un barrio frente al mar. Pero, ya encerraba el germen de lo que más adelante serían los condominios. Era un barrio, pero con puerta de acceso, por lo tanto no era un barrio y tampoco un parque. Pero, era una idea, al menos así lo quiero creer, buena. De algún modo, evocaba a los palafitos. Los arquitectos locales no se ponen de acuerdo acerca de su valor. Uno afirma que era algo así como la Quinta Monroy, de presuntos ABC1, que nunca ha habido en Iquique. Sea lo que sea, su demolición habla de la rentabilidad del suelo urbano. Y no hay que ser adivino para saber que se va a levantar ahí.
El Barrio Parque nos habla también de su ninguna vinculación con el paisaje urbano de la ciudad. Lo mismo le irá a pasar a la Puchuldiza y sobre todo a esos edificios de Cavancha ocupado por funcionarios públicos.
La reconfiguración urbana de Iquique da para mucho, Y sobre todo para advertir la falta de continuidad con el pasado arquitectónico. Lo mismo sucede en el sector norte, en especial en lo que fue el corajudo barrio Matadero. Sólo nos queda tomar nota de todo aquello. Se hace ciudad sin preguntarle a los ciudadanos.
Publicado en La Estrella de Iquique, el 28 de diciembre de 2014, página 17