Todos tenemos un amigo que se llama Francisco. A los Francisco se le añade el alías: pancho, panchito o panchulo. En Iquique, hay muchos con ese nombre, con variados oficios y ocupaciones. En el boxeo Francisco Bahamonde destacó a pesar de tener mandíbula de cristal. En la extensa familia Prieto, Pancho, futbolista, profesor de inglés, preso en Pisagua y actual seremi de Educación. Además del Norteamérica. Pancho Tello, sonriente como siempre, cada sábado nos saluda en la feria de la plaza Arica. Gran futbolista y feliz enamorado de su esposa. Tuve un tío chino Francisco Lozán, generoso como el arroz chaufa y su nombre se lo heredó a su sobrino bisnieto, Francisco, arquitecto y con un alías que no es el caso nombrar aquí. Allá por los años 60, en la calle Esmeralda Pancho Albornoz, junto a mi tío Beto y a Calambrito Alvarez que murió en la explosión en Cardoen, se inspiraba en James Dean.
Siendo niños Pancho «Machete», un vagabundo, nos llenó la infancia con su enjuta y pequeña figura. Nunca supimos sus apellidos y menos aun cuando murió. Recuerdo su paletó gris con una talla de más. En la literatura Francisco Javier Ovalle nos legó su libro la «Ciudad de Iquique» que muchos usan, pero pocos citan. En los tiempos de la Liga de Estudiantes, Francisco Miranda, un «chute», un motivador de ojos claros. Pancho Pinto, sociólogo. vecino y actual gobernador, su hijo no sólo heredó su nombre, sino que también su profesión. Otros del mismo nombre personifica, en un documental a Aniceto Palza. Francisco Gallo Chinchilla, alcalde de Iquique, en los años 60. Un viejo basquetbolista de La Cruz, Pancho «Pelota» Araya, Francisco Rodríguez otros de los recios de ese club casi centenario. Su entenado Panchulo, sobre él se han tejido variadas leyendas. Muchas de ellas ciertas.
Muchos Francisco se me escapan, pero este no. Francisco, victoriano, victorioso, generoso, mariano. Francisco Santibáñez, el caporal vitalicio de los Morenos de esa oficina que se niega a morir. Con la matraca en el aire impone su autoridad. El Papa, el otro Francisco, debiera conocerlo.
Publicado en La Estrella de Iquique, el 14 de enero de 2018, página 25