Manuel Arancibia FUTBOLCampeón de Chile, por Iquique el año 1935.

Jugó por Colo-Colo.
Jugó por Badminton.
Jugó por Green Cross.
Seleccionado chileno.

La revista Estadio, escribió sobre Manuel

Era en aquellos tiempos en que Badminton contaba en sus filas con nueve jugadores iquiqueños todos ellos de la Aviación; Liendo, Atlagich, “El negro del avión”, Aguirre, “El borrao” Miranda, Saldivar…y también “Discutido” Arancibia. Fue de los últimos en llegar, ya que su hermano Carlos y los otros, estaban hacia varios años antes.¡Pero la venida de Manuel costó más, porque se produjo un litigio muy largo y muy engorroso alrededor del pase. Arancibia tenía que haber jugado en 1935 en Santiago, pero perdió todo ese año, porque Colo Colo y Badminton creían tener derechos adquiridos y se los disputaban a sangre y fuego. Triunfó Badminton y a Manuel Arancibia le quedó el mote de “Discutido” Arancibia.

Era un entreala trabajador, sufrido e incansable. Sin genialidades, sin sutilezas, pero sumamente útil; enormemente rendidor. Del tipo de los futbolistas iquiqueños de esa época. Eran los tiempos del “Rodillo aurinegro”, y detener al rodillo no resultaba siempre fácil.

“Discutido” Arancibia comenzó a jugar en Iquique a los 11 años, y a los 18 ya estaba en primera división, en Iquique. Formó, desde que subió a primera, en todos los seleccionados de su ciudad, y solo en 1935, cuando ya había pasado los 25 años de edad, vino a la capital, como delantero del San Enrique, club que por acá cumplió una campaña magnifica, ya que en un campeonato nacional, en el que intervinieron cerca de 20 elencos, se clasificó campeón invicto. Tendría que haber jugado ese mismo año en el fútbol profesional santiaguino, pero el litigio aquel de Colo Colo y Badminton lo retrasó: comenzó el 36, y a fines del año ya era seleccionado nacional, y tal como fue a Buenos Aires, al primer campeonato nocturno. Por primera vez Chile la ganó entonces a Uruguay-por 3 a 0-, y Arancibia fue autor del segundo tanto. Aquel elenco en el que destacó Raúl Toro, tenía tres interiores muy responsables: José Avendaño, Arturo Carmona y Manuel Arancibia.

En 1937, junto con su hermano Carlos, Manuel Arancibia pasó a defender los colores del Colo Colo, y tuvo la satisfacción de que su nuevo club se clasificara campeón profesional invicto. Formaba entonces la delantera con Luco, Manuel Arancibia, Sarrel, Carmona (o Carlos Arancibia) y “Rata” Rojas. El ultimo encuentro oficial de ese año, pese a que ya Colo Colo tenia los puntos suficientes como para clasificarse campeón absoluto, aun perdiendo, tenia una importancia especial: el de conservar su condición de campeón invicto. Pues bien, adversario del team albo fue Badminton, y, casi ventaja de tres goles por dos. Cuando se produjo el tanto de empate, minutos antes de terminarse el encuentro, aparecieron en las tribunas grandes letreros que decían: “Colo Colo, campeón invicto” y que habían estado escondidos y temerosos hasta momentos antes.

En 1940, “Discutido” cambió nuevamente de tienda: paso a vestir la camiseta de Green Cross. Tenia ya entonces mas de treinta años de edad, pero aun mantenía casi integras sus mejores condiciones, todavía era el mismo entreala batallador y tesonero de sus comienzos. Había ganado en experiencia, y no fue extraño que en el campeonato, especial de ese año vistiera otra vez la casaca internacional chilena. En 1942 se efectuó el sudamericano en Montevideo, y por tercera vez fue llamado para formar en la selección nacional.
Recio hecho de buena madera, Manuel Arancibia llegó, quizás si demasiado tarde al fútbol profesional, pero de todos modos, alcanzó a jugar en la capital siete años en División de Honor, siendo seleccionado chileno en tres oportunidades. En 1943 fue trasladado a Antofagasta, y se vió obligado a dejar el fútbol rentado. Allá, en la metrópoli nortina, se recalificó amateur, y continuó sus actividades futbolísticas con el mismo entusiasmo juvenil de sus mejores años. Hasta 1950 fue seleccionado de Antofagasta, siempre en su puesto y siempre con sus principales características. Tenía ya 42 años, y nadie podía creerlo, al verlo luchar en la cancha contra muchachos que podían ser hijos suyos.

Peón apreciable y luchador en las buenas y en las malas. Jugó al fútbol, porque le gustaba. Y solo abandonó la práctica activa del deporte popular cuando, por su edad, tenia que haberlo hecho muchos años antes.

TICIANO

Tomado de la Revista Estadio
31 de mayo de 1952, página 32
Año XI Nº 472

En la década de los años 30, en Iquique, sus admiradores fundaron el Club Deportivo “Discutido Arancibia”.