Nació el 25 de abril de 1976. Esto escribió el periodista Mauricio Villafaña.
“Siempre me comentan que debí ser el 10 de la selección chilena…”
Alejandro Moisés Tello Montero nació en Iquique, (25/04/1976). Popularmente conocido como el Flaco Tello encarna la arquetípica figura futbolística de la eterna promesa. Sin embargo, si revisamos lo que fue su carrera como futbolista profesional nos encontraremos con que la extensa trayectoria que exhibe, con pasos por importantes clubes nacionales, bien pocos iquiqueños de su generación pueden igualarla.
En el ámbito amateur, Tello se inició jugando en Sendos, para luego pasar por clubes como Libertad, Católica Iquique, Alianza Lima, Esperanza y Cavancha, siempre en las series menores de la Asociación de Fútbol de Iquique, AFI, donde derrochaba el talento que luego sedujo a Jaime “pipí” Carreño quien lo invitó a “probarse” en las cadetes de Deportes Iquique. “No pasó una hora cuando estaba con los dirigentes firmando mi incorporación a las inferiores de los Dragones Celestes”, cuenta Alejandro. Tenía 15 años y su historia en el profesionalismo comenzaba.
En las menores del CDI, Tello compartió equipo con otros talentos como Andrés Morgado, Patricio Carpio, Marcelo Muñoz, Luis Maluenda, Lito Lara, Denis Lillo, Mauricio Rojas, Sebastián Jirón, entre otros. Un equipo destacado, que disputó una final nacional del fútbol joven contra Huachipato.
Pero venía más. El 25 de abril de 1995 Alejandro Tello cumplía 17 años y debutaba por Deportes Iquique en un amistoso ante la selección chilena dirigida por Xavier Askargorta. Ahí enfrentó a la roja integrada por jugadores de la talla de Nelson Tapia, Coca Mendoza y Miguel Ramirez, según recuerda de una jornada memorable en que los celestes en el Estadio Tierra de Campeones se impusieron por 2×0 marcando el flaco Tello uno de los tantos.
El mismo año viene el debut oficial por el CDI en un torneo oficial contra Rangers en Talca, con un empate a 1 gol, con gol marcado por Oscar “Caregallo” Daza.
Luego, en 1997, se integra a La Serena, dirigida por Gustavo Huerta; en 1998 (primera rueda) defiende a Deportes Iquique; en 1998 y 1999 encabeza la legión de iquiqueños que, descartados por el DT Jorge Garcés, parten a préstamo a Deportes Arica, junto a Javier Cabezas, Arnaldo Avilés, Patricio González, Juan Beltrand y Rodrigo Iribarren, quienes convocados por Jaime “Pipí” Carreño pagaron el precio de la herejía como única forma de seguir jugando fútbol profesional cuando en su casa no eran requeridos.
En el año 2000 parte a Unión Española dirigido por Juvenal Olmos; en 2001, Rangers de Talca con Juan Ubilla como DT; en el año 2002, juega en Antofagasta con Luis Marcoleta como DT; 2003, Naval de Talcahuano con Nelson Cossio, 2004 y 2005, juega en Melipilla siendo campeón invicto de la Primera B.
Luego de eso, sus últimos años son 2006 cuando ficha por Magallanes y cierra su carrera en 2008 por Curicó, a la edad de 34 años.
Con una habilidad poco vista en jugadores de estatura alta como él, Alejandro Tello era un media punta con mucha llegada al arco contrario. Habilidoso con el balón, sus piernas largas le permitían encabezar explosivos avances ofensivos en el último cuarto. Podía habilitar tan bien como definir una jugada, podía ser un 10 clásico pero también comandar el ataque.
A la hora del balance para Tello el momento más alto de su carrera fue llegar a la selección chilena Sub 23 en 1995, año en que debutó y fue de gira a Estados Unidos y Canadá al mando de Leonardo “Pollo” Veliz. Con solo 17 años se codeó con jugadores mayores que él como Clarence Acuña, Cesar Díaz, Francisco Rojas, entre otros. En 1996 estuvo seis meses con la selección adulta dirigida por el vasco Xavier Azkargorta. Su paso por la roja –dice- lo marcó, era que no.
¿El sueño no cumplido Alejandro?… “no pude llegar a jugar en el extranjero. Antes era muy difícil, había que matar a uno. Hoy día haces un torneo bueno y sales”. Entonces, claro que pudo llegar más lejos Tello. ¿Eterna promesa Alejandro?… “siempre me comentan que yo debí ser el 10 de la selección chilena. De todas formas no me arrepiento de nada de lo que viví en el fútbol”, dispara cerrando el tema.
Tello se retiró y volvió a Melipilla, donde hasta hace poco ejercía como iniciador técnico en las escuelas de fútbol de la Municipalidad de Melipilla. Hoy trabaja en una empresa de transporte de papeles. Sigue defendiendo a Melipilla en la categoría senior y juega en varios clubes todos los fines de semana.
Foto gentileza de Iván Pereira.