La traza urbana de la ciudad ha ido cambiando. El neoliberalismo ha ido segmentando la urbe. El valor del suelo urbano, mediante la especulación, ha subido de precios. El estado le ha cedido a las inmobiliarias la gestión de la ciudad. Los viejos lugares, en el sentido definido por Auge dan paso a los no-lugares. Los viejos cines, por ejemplo, se convierten en bancos o templos evangélicos. Una canción de Joan Manuel Serrat, «Los fantasmas del Roxy» da cuenta de cómo un viejo cine se transforma en un banco: “Y en su lugar han instalado/ la agencia número 33
del Banco Central”.
Joaquín Sabina en «Nos dieron las diez» da cuenta de cómo un bar se transforma en un banco: “Y en lugar de tu bar me encontré una sucursal del banco hispano-americano
Tu memoria vengué a pedradas contra los cristales”.
Otros lugares han cedido, por obligación sus instalaciones a iglesias evangélicas. En Tarapacá al llegar a Amunátegui, casi la lado de la otrora farmacia Cóndor, la noche del sábado se encendía con fiestas coléricas y en los 80, sirvió para cantar aquellas canciones que la radio no podía, estaban prohibidas. “Todvía cantamos”.
El Don Sata, clausurado por la dictadura el año 1973, se transformó en un lugar que no dice nada. Al pasar por ahí aún se escucha “Mujer de Magia Negra” de Carlos Santana. Según el decreto municipal las malas costumbres se daban cita ahí, ayudadas por la semi-oscuridad.
El plano regulador de ese Iquique, lo transformaron a la fuerza. Las calles se vaciaron. Y de pasó le cambiaron nombres. Hoy estamos llenos de farmacias, ópticas, botillerías y mini-market, que antes se les llamaba despachos. Casero era la contraseña.
Nos queda la canción “La calles de mi puerto” del gran Belfor Inostroza cantada por Fernando Celedón. Son las mismas calles de hoy, pero ya no resuenan como lo hicieron ayer. “La avenida Balmaceda señorial” vive solo en ese vals que se llama escuetamente Iquique, escrito por don Gilberto Rojas. Como para apedrear cierto lugares. “En mi declaración alegué que llevaba tres copas”.
Publicado en La Estrella de Iquique, el 9 de julio de 2023.
Fotografía: Edificio Atalaya, antes estuvo el Cine Délfico, el parque del Salitre y la cancha del Manuel Castro Ramos que fue demolido a fines de la década de los 50 del siglo pasado.