Se podría auscultar buena parte de lo que somos, a través de la construcción de una genealogía de los trajes de baño. Y no es necesario ir a Atenas o a Roma. Pensemos en Iquique, y como nuestros bañistas, como quien va a una fiesta de gala, compra para lucir, su mejor traje de baño.
En fotografías en blanco o negro se puede observar en el Colorado, Cavancha o Bellavista mujeres con esos atuendos tejidos por generosas manos. Y para los varones humildes shorts o simplemente calzoncillos para capear el calor y uno que otro tumbo. El problema era después de sortear esos litros de agua. Con una mano agarrando la prenda, para evitar que naufragara en ese mar que no siempre nos bañaba tranquilamente.
Nuestras playas eran verdaderas pasarelas. Y me temo que sigue siéndolas. Habitan en nuestras memorias los famosos trajes de baño marca Catalina. En otro tono los jeans cortados para salir del paso. El prestigio estaba dado por la marca y sobre todo por el par de conchas colgantes recogidas en el fondo cavanchino.
Por las mañana Saint Tropez, donde la Bardot nunca se bañó, cierta élite local tendía grandes toallas para adquirir ingenuamente un bronceado que se pensaba, se logra echándose un poco de Coca-Cola. El quitasol era arrendado donde Tonko Mitrovic. Al otro extremo, la infancia se hacía a la mar con quiltros incluidos. Se hacían playitas, y en la arena cruzando los dedos de la mano se confeccionaba el Superman. Así lo creíamos. Los más osados hacían lobitos o embarcados en grandes cámaras se enfrentan a las grandes olas, que siempre, vaya a saber uno porqué, vienen de a tres. Reinaba el silencio. Llegó el bikini y luego la sunga. No se ponía la música que hoy nos invade. Y los comerciantes eran uno o dos. Sobreviven los helados Constenla, a pesar de tanta industria. Al parecer el vendedor de berlines se nos esfumó o se lo llevó una ola de la modernidad.
Tener la playa en el centro de la ciudad es un lujo que hay que valorar.
Publicado en La Estrella de Iquique, el 14 de enero de 2024.
Fotografía tomada de la revista Ecran.