Hay un proverbio chino que dice que cuando muere un anciano es como si se quemara una biblioteca. La sabiduría se concentra en hombres y mujeres que son testigo de la vida. Saben interpretar el curso y sonido de los vientos y de los pájaros. Interpretan los sueños. En el mundo andino es el yatiri que se define como “el que sabe”.
Las ciudades de hoy y desde hace más de un siglo, se exhiben a través de sus edificios. Estos hablan de la historia, la nuestra. Es el caso de la calle Baquedano, del Astoreca, entre otros. En Paris es su torre, en Amsterdam sus molinos.
En Iquique, día a día, se nos van esas bibliotecas de pino oregon. El Palacio Mujica se lo llevó el fuego. Pero, la semana pasada, se echó abajo una hermosa casa de la calle Serrano. Hogar de los Lombardi donde funcionaba además el consulado de Italia. Prestigioso médico cirujano, que construyó su autoridad en el hospital regional. Sus hijos, médicos, ingenieros comerciales entre otros quehaceres, que combinaban con los negocios. Una casa impecable, con una gran mampara y me imagino por dentro con un gran salón. Claraboyas generosa que filtraban la luz del sol y de la luna. Muerto en un accidente, Enrique Lombardi, la casa empezó a desfallecer. La familia abandonó la ciudad y cortó sus vínculos con la ciudad que le dio todo. De otro modo no se explica su venta y posterior desarme. ¿Por qué no se ocurrió convertirla en una especie de museo? Los Lombardi son patrimonio de la ciudad. Pero al irse a la capital, quemaron sus naves. Nada los ata a esta ciudad en la que Bernardo Solari, defendió a Iquique en natación y se convirtió en campeón de Chile. Lugar de encuentro de jóvenes que hoy bordean los 80 años. Lugar de referencia para quienes bajabamos por Serrano rumbo a la plaza. Quienes vendieron, y es su derecho económico, no entendieron el valor cultural y simbólico de esa casa. No todo se transa bajo las oscuras leyes de la oferta y la demanda. Y esta crónica lamento, se cierra con la frase de Pezoa Veliz. “Nadie dijo nada”. Fuimos testigos de un crimen urbano.
Publicado en La Estrella de Iquique el 5 de mayo de 2024.