En Nueva York nevaba y hacía más frío que en La Tirana al alba. En Iquique el calor te hacía caminar más lento. “Están cayendo los jotes asados” decían con cierta exageración los meteorólogos del barrio.
Era 9 de febrero de 1940 e Iquique esperaba la hora para el combate. Tensa la espera. Y la gente tenía una sola preocupación: donde escuchar la pelea. La mayoría optó por ir al local del diario El Tarapacá, se instalaron altoparlantes, y se aprovechó que una radio de Buenos Aires, la Esplendi, traía todos los pormenores de lo que acontecía en el Madison Square Garden.
La gente diversa, hombro con hombro, se daban ánimos. Surgieron amistades. Todos vestidos como fuera una gala, hasta los perros dejaron de ladrar. Luis Bouey, el mismo que descubrió al Tani, planificó el combate de forma tal de evitar los golpes del nacido en Detroit.
Godoy medía 1.90 y pesaba 90 kilos. Pelear en esa posición requiere un gran estado físico y el hijo de Doña Vicenta había entrenado lo suficiente. “Agáchate Godoy” era el grito y la consigna.
La prensa hablaba de un tongo. Godoy no daba tregua. El séptimo round pudo haber cambiado la historia. Pero el nacido en Caleta Buena no tenía pegada. “Siempre le noté esa carencia” dijo un exboxeador de los tiempos de Santiago Mosca. Doña Vicenta, su madre, no quiso escuchar la pelea. Los nervios se la comían.
Godoy contra todo pronóstico duró los 15 rounds. No era un tongo. Luego de esta pelea la fama de Godoy aumentó. Se han escrito poemas, novelas, canciones. Recomiendo la novela “Muriendo por la dulce patria mía” de Roberto Castillo. Incursiona en el cine, en un breve papel. Pero ahora se anuncia una nueva película que se filmará en Nueva York. Espero que no caiga en el clisé de todas las películas que tratan sobre nosotros.
No hay que olvidar el Tierra de Campeones se levanta sobre los hombros de estos gladiadores: El Tani y Godoy.
Los iquiqueños estamos en deuda con la carrera de este hijo de pescador. Alguna vez hubo una propuesta en el parlamento para levantar un monumento a los dos grandes El Tani y Arturito. Sólo falta voluntad y memoria.
Publicado en La Estrella de Iquique el 16 de febrero de 2025.
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