Agosto es uno de los meses más temidos del año. El mundo popular afirma que pasando esos treinta y un día, el más frío del año, se logra el milagro de seguir con vida. Esto es por cierto para los que han pasado los 60. Ya lo sabemos, los jóvenes, son eternos, bellos e inmortales. Muchos de ellos, andan en mangas de camisas, otros en Cavancha practican los deportes marinos. Nosotros, ni bellos, y menos eternos e inmortales, nos abrigamos cada año más. Este invierno ha sido duro para los iquiqueños. Una amiga escribió “Y eso que aun no es agosto”. Le concedo la razón. Otro, llama el 31 a las 24.00 horas a sus amigos para recordarle que ha pasado el fatídico mes. Un dato, el 12 de agosto 1968, la temperatura en su registro máximo era de 17,0 y la mínima de 13,4. O sea…
Agosto es también el mes de los gatos. Pienso que ni siquiera esos animales saben que han sido congraciados con ese mes. Lo cierto, es que los techos de las viejas casas iquiqueñas, agarran por la noches un ritmo y sonido especial. Los aullidos van y vienen, como mensajes de textos de adolescentes. Raimundo, un gato de mi madre se fue una noche de agosto y no volvió nunca más. Murió de amor. Y los felinos tienen más de siete vida.
Agosto es el mes de San Lorenzo, el santo que en el pueblo de Tarapacá recibe las ofrendas de sus peregrinos. La ciudad lentamente va tomando el color del santo mártir quemado en una parrilla el año 258. Ha ido en aumento el culto a este santo. Hace unos 30 años, esta celebración era más bien reducida. Sus devotos se han encargado de dejar las huellas por la ciudad. Los colectiveros, junto al espejo, cuelgan la figura del santo y se entregan a su suerte. Camino al aeropuerto y sobre un pequeño cerro, hay una imagen que manos anónimas cuidan. Habrá que preguntarse el por qué ha ido en aumento el culto al Lolo. Hay quienes han visto en su figura, al padre ausente del norte grande. Madre tenemos, y está representada en la figura de la China. Además, el Lolo, a parte de ser cobrador, aparece más cercano y familiar. Estas son interpretaciones que calzan muy bien con los temas de la orfandad de América latina, producto de la Conquista y de la Colonia. El Lolo, es ya parte de nuestra vida cotidiana. En la población San Carlos, se lleva a cabo, el llamado “San Lorenzo chico”, otra prueba de su crecimiento.
Agosto es también el mes de la minería. Aquella que empezó Hernán Cortés, cuando dijo que venía a buscar oro y no a labrar la tierra como un campesino. Los incas también trabajaron los metales pero de acuerdo al medio ambiente. Tarapaca es región minera, pero también es agrícola, ganadera y pesquera. Habrá que ser capaz de crear los equilibrios necesarios. Hay que apostar por un desarrollo que trate respetuosamente nuestros recursos hídricos. Bueno sería contar con un día de la ganadería y de la agricultura.
Agosto el más frío de los meses del año, aliado de la fría camanchaca, esa que acertadamente describe Eduardo Barrios en el cuento del mismo nombre, se nos cuela por los huesos.
Publicado en La Estrella de Iquique, 8 de agosto de 2010. Página A-9