Angel Rodríguez Muñoz
1948-2009
Un Angel que vuela en el agua
Ese nombre le puso el diario El Tarapacá a Angel Patricio Rodríguez Muñoz. En el Trigésimo Sexto Campeonato Nacional de Natación que se realizó en Iquique, en febrero de 1963, destacó este joven nadador. De los registros del Boca Juniors (Fundado el 31 de Julio de 1952), nadó lo 200 metros plano en infantil y se clasifcó campeón de Chile e hizo el record nacional.
Siguiendo la racha del año 1963, Angel Rodríguez, del Deportivo Liceo, en el Nacional del 64 en Santiago, logra el Campeonato Nacional en los 200 metros pecho todo competidor. Esta misma hazaña la repite el año siguiente en Viña del Mar.
Le realizamos un entrevita en el programa de televisión de la Universidad Arturo Prat de Iquique, “Iquiqueños, arriba la frente”.
El record de la tenacidad.
Veintidós años de primado fueron rotos por el joven nadador de la Universidad Católica Angel Rodriguez. El tiempo de Clemens Steiner en los 200 metros estilo pecho, 2´55”6, lo redujo a 2´53”2 en la vieja pileta del estadio militar. Años tras un tiempo que reventó a fuerza de constancia. El porvenir de una Asociación, Iquique, que no recibe ayuda de la simbólica Federación Chilena, no privó del record al defensor actual de Universidad Católica.
Dos décadas de la natación chilena quedaron atrás cuando el braceo seguro, rendidor y vigoroso de un nadador joven, Angel Rodriguez, rompió la tranquilidad de las aguas de la vieja y romántica pileta del Estadio Militar. Durante veintidós años durmió sin sobre saltos el registro de Clemens Steiner, defensor de los colores de la Universidad Católica. Desde 1944, los 2´55”6 para los 200 metros estilo pecho que mantenía en la amarilla página de la historia de la prueba, acumulando polvo y luciendo un velo de telaraña. Hasta que la figura delgada y fuerte de un iquiqueño empezó a hacerla temblar.
La historia de este nuevo record se inició en Iquique, ciudad donde Rodriguez nació a la vida acuática. Allá empezó a incubar su tiempo y vino a ofrecer la magnificencia de su estilo a la capital y ciudades del centro. Rodriguez tuvo destacada actuación en el Campeonato Nacional de Viña del Mar, en 1965, donde triunfó en 100 y 200 metros con 1´20”8 y 2´57”0, respectivamente. Ya en 1964 se había cuadrado con 1´58”0. Rodriguez se mantuvo en Iquique con los problemas propios de las asociaciones alejadas del centro que no reciben una mano de la inoperante Federación, enclavada simbólicamente en el centro del país. Sin trabajo en los meses de invierno, se lanzaba al agua solo semanas antes de cada Nacional. Asi todo, mantuvo sus condiciones y las depuró a fuerza de voluntad. En 1965 llegó dispuesto a borrar el registro de Steiner. A no mediar un error de su nuevo entrenador Ariel Contreras, que lo contuvo, pudo hacerlo en las series, quedando a 4 décimas del primado. En la final, luego de un empate vibrante con Rolando Kelly, de la naval, quedo a 3 décimas con 2´55”9.
Toda la decepción que le causó ese capítulo de su historia deportiva la acumuló y la transformó en energía para el futuro. Tenía la seguridad absoluta que la temporada no terminaría sin su tan anhelado record. Y la vieja y romántica pileta del Estadio Militar, rememorando episodios viejos, pero no olvidados, brindó su vientre líquido a un cuerpo joven y fuerte.
Angel partió al record. Desde temprano afirmó las manos en el agua con la sola ilusión de vencer al cronometro, de ridiculizarlo. En los primeros tres largos se mantuvo en una lucha cerrada con Max Blaya, del Stade Francais, que tozudamente se pegó a su estela. Con una brazada fuerte, larga y una patada impulsiva, se largó en el último largo, se despegó de los rivales, y cada brazada era una décima ganada.
Junto con el toque, un nuevo tiempo y un nuevo nombre se registraba en el libro de record chilenos. Los 2´53”2 de Angel Rodríguez.
Un angel nadador.
ANGEL RODRÍGUEZ tiene cincelada en su rostro la tenacidad, y en sus ojos la decisión de hacer bien lo que se ha propuesto. Alto, delgado, con gestos juveniles, pese a su desarrollado cuerpo (17 años, 1,81 m. de estatura y 70 kilos), pero con fuerza de veinteañero ha logrado su mayor anhelo batir el record de Clemens Steiner, con 22 años de antigüedad.
“Pato”, como le llaman en la intimidad de su hogar, es hijo de deportistas. Herminia, su madre, fue nadadora de crawl, y su padre, Angel, atleta de nota en la región de Iquique. Su hermano menor, Juan, sigue sus aguas en el estilo clásico. Este iquiqueño, de rostro redondo y ojos claros, se lanzó por primera vez al agua a los ocho años, y en 1963, en Iquique, siendo infantil, batió su primer record: 200 metros pecho juvenil, con 3´05”4. Desde entonces ha sido campeón en Santiago, en 1964; Viña del Mar, 1965, y Santiago, 1966. Iniciaba en Iquique, bajo la paternidad acuática de Jorge Soria, hoy defiende los colores de Universidad Católica, dirigido por Ariel Contreras.
Los 200 metros pecho tiene nuevo amo: un Angel nadador.
Revista Estadio
16 de marzo de 1966