En la pila bautismal de la Gruta de Cavancha, sus padres en un acto de comunión no sólo con Dios, sino que también con San Pedro, le pusieron Juan de Dios.

Su mundo fue esa hermosa caleta de la que poco o nada queda. Pero sobreviven los recuerdos, esos que se lleva el mar y luego los devuelve en mansas olas. Un barrio en que no sólo había perros, gatos, patos, gorriones, sino que también albacoras.  Tiene dos sobrevivientes Los Morenos y el C.D. Cavancha. Cara y sello de una identidad que no se negocia.  Y una escuela donde enhebró poemas que publicó, en esas canchas cuya superficie se parecía al papel de envolver.

Cuando Cavancha no era de Iquique recorría la orilla de la playa para ir a casa o bien para ir a jugar a la cancha del Iquitados. En el cementerio 1 hay una lápida en inglés que dice “Murió en Cavancha”.

Ir al estadio Municipal, era como salir al patio de su casa. Nunca pagó una entrada. En una de esas tantas tardes, donde el buen humor se conjuga con la alegría del triunfo o la pena de la derrota, el Negro Asturias, le regalaba un alfajor a cambio de gritarle cafiche a algún jefe. Heredó desde niño ese apodo.

Lleva además un apellido compuesto que le otorga un sello especial, aunque nunca haya tenido un auto de esa marca.  Siempre fue bueno con la pelota. Pero desentonaba respecto a otros. Pertenecía al linaje de los 10. Esos escasos y que se saben escasos.

Cuando lo fuimos a entrevistar para “Iquiqueños arriba la frente” nos recibió fileteando una cojinova y nos dijo, exento de prepotencia, “Sabía que tenían que llegar por aquí”.

Jugaba además con la estética de los rioplatenses. Rubio y de pelo largo, de pases precisos y habilitador de imposibilidades. Saliendo del estadio Nacional, un comentarista santiaguino, luego de varias preguntas termina “¿Y tú de qué parte de Argentina sos?”. El nuestro lo repasó con la mirada por los cuatro costados, se acordó de su querida Cavancha, de la albacora que arrastró al viejo Manzo, de su apodo nacido en la pila bautismal donde tantos goles marcó y le respondió: “Soy de Cavancha on”. Pongamos que escribo sobre Juan de Dios Ponce de Ferrari.

Publicado en La Estrella de Iquique, el 14 de mayo de 2023.