No se puede entender el campeonismo iquiqueño sin dejar de mencionar a los cientos de clubes deportivos que formaron, a los que más tarde iban a poner el nombre de Iquique en lo más alto del cielo que bien sabemos es celeste.
En los años 30, del siglo XX, eran tanto los clubes deportivos que habían que surgió una idea descabellada: fusionar a dos o más en uno. Descabellada porque significaba no entender nada de la identidad que se produce desde esas organizaciones. Así, por ejemplo, se planteaba que el Maestranza y La Cruz se fundieran en uno solo. Ambas instituciones se negaron. En Iquique habían más clubes deportivos por metro cuadrado que en cualquiera otra ciudad. Y la mayoría de ellos estaban localizados en el sector norte, el barrio obrero de la ciudad.
Uno de esos clubes nació el 9 de septiembre de 1923, y se le bautizó La Cruz, en virtud de su cercanía con el cerro del mismo nombre, en el Colorado. La foto de la directiva que lo fundó es elocuente. Al medio su presidente Juan Rondón. Parecen mirar al futuro, pero jamás habrían de imaginar que ese invento está cumpliendo 96 años. Tiene los colores ferroviarios, esos que patentó en América latina, el Peñarol y que Fernández Vial en Chile lo sigue exhibiendo. El Colorado no sólo fue barrio de pescadores, sino que también de ferroviarios. Empezó con fútbol, rayuela y básquetbol, otros dicen que también tuvo waterpolo. No sabemos cuándo y menos porque terminó practicando solamente básquetbol. Si sabemos que desde la década de los años 50 estamos en la plaza Arica. No nos olvidamos de nuestro pasado «poto verde», y a mucho orgullo.
Hoy hay menos clubes que antes y la población ha aumentado considerablemente. Muchos clubes han desaparecido como el Chung Hwa, vecinos y rivales. La Cruz no pierde su vocación formativa. Cerca de 50 niños y niñas son educados en nuestra institución. Bruno, Nicole y Sebastián son los formadores. Uno de los mandamientos crucianos afirma que se entra a la cancha con la camiseta seca y se devuelve mojada. Exageraciones nuestras.
Publicado en La Estrella de Iquique, el 8 de septiembre de 2019, página 13.