Iquique campeón de Chile: 1942
Al año siguiente, en Talca, nuevamente el primer lugar es para Iquique, equipo que venció en la final a Santiago por la cuenta de 57 a 51. El elenco campeón estuvo integrado por Manuel Ledesma, Juan José Gallo, José Bocich, Freddy Wood, Mario Bontá, Raúl Salinas, Augusto Chang, Gregorio Hamén, Arturo Cruzat y Arturo Chia. Entrenador el uruguayo Juan Muñiz quién falleció en diciembre del año 1991.
Como siempre la revista Estadio se hizo presente en el campeonato y dijo esto de Iquique, cuando el torneo recién había empezado:
Si el team de la provincia de Tarapacá fué campeón el año pasado, en Linares, con una campaña meritoria, sobria, que no convenció en toda la línea, con este partido que cumplió en la cancha talquina puso de manifiesto que el título no le queda grande, y que su conjunto, ganador o vencido en esta nueva justa, es una de las mejores del país, entre los seleccionados de asociaciones. Mario Bontá, Raúl Salinas, Manuel Ledesma, Pedro Bocic, Freddy Wood, Juan Gallo, Augusto Chang son todos jugadores que han asimilado la mejor concepción de lo que es el deporte de los pivotes, los bloqueos y los dribblings (Revista Estadio Nº 31. 20 de Noviembre de 1942).
Don Pampa en su libro ya citado dice del equipo de Iquique dos veces campeón de Chile:
Y está también entre los grandes equipos de los Nacionales el de Iquique, triunfador en Linares y Talca. Se vio el 41 un cuadro que en su juego simple resultaba difícil de parar para todos los adversarios, por su velocidad y puntería. Al año siguiente, los animosos muchachos de la pampa volvieron a hacer el viaje, que es una odisea: atravesar medio territorio en la infernal tercera clase del Ferrocarril Longitudinal. Así viajaban los campeones de Chile. Y en Talca fue más sobresaliente y ponderable la actuación. En Linares, los críticos a ragañadientes, aceptaron que se trataba de un buen equipo, pero estimaron que su victoria no había sido convincente. Tales declaraciones hirieron el amor propio de Bontá, Wood, Ledesma, Salinas, Chang, Gallo, Bocic y Hamen, y, en la cancha instalada a orillas del Piduco, jugaron con tanta entereza y categoría, que la victoria final fue brillante. En los Nacionales se había visto equipos de jerarquía inobjetable, pero ninguno hasta la fecha, había jugado con la velocidad de la selección de Iquique. Las evoluciones relampagueantes que ejecutaban «Pajarito» Bontá y Freddy Wood parecieron muchas veces cosas de prestidigitación, y las defensas quedaban paradas. En Talca encontró rivales de mucha fuerza, entre los cuales destacaba Valparaíso, que mandó un equipo para ser campeón, poderoso y bien preparado. Iban «Pepino» González, «Palito» Palacios, Lalo Cordero, Spahie, «Corcho» Hernández, y todavía los Ibaseta. Fue un match dramático, que terminó en forma anormal. Iquique y Valparaíso lucharon como dos grandes: doble a doble, hasta llegar a un 46 a 46. Estaban al filo del tiempo, y Wood hizo el doble cuando el reloj decía basta (Carlos Guerrero, 1958: 32 y 33).