El 16 de abril del 2014, Iquique obtiene su tercera Copa Chile, que al igual que la anterior lo clasifica a copas internacionales. Más allá de este logro, grande y merecido por cierto. Hay que hacer mención al contexto. El 1 y 2 de abril, el Norte Grande fue sacudido por dos fuertes terremotos. Con epicentro en el mar, las ciudades de Iquique, Arica, Pisagua, sufrieron además los efectos del tsunami.
Los Dragones Celestes debieron viajar a Santiago, a disputar dos partriudos por el campeonato oficial, frente a Audax Italiano y Rangers de Talca. Pierden ambos partidos. El estado de ánimo estaba en el suelo al igual que cientos de casas en Iquique y Alto Hospicio. La ANFP, debió haber suspendido ambos encuentros.
Los nortinos no sólo sufrimos los efectos de estos fenómenos telúricos, sino que también de la exposición que los medios, sobre todo de la TV, hicieron de la tragedia. Las redes sociales reaccionaron. Echando mano a nuestra fuerte y activa identidad cultural entonamos el himno a Iquique y de paso, le cambiamos los colores a la bandera nacional. Un acto de rebelión contra el Estado centralista.
Jugar la final con Huachipato, en Santiago y en el estadio Monunental (de Colo-Colo) fue un aliciente más. Y vencimos a los acereros por 3 goles a 1. Manuel Villalobos, un autogol de Crovetto, y un tremendo disparo de César Pinares Los de Huachipato descontaron a través de Arrué.
La ciudad recibió un tremendo golpe anímico. Los autos salieron a tocar bocinas, esta vez de alegría y no por la posibilidad de un tsunami. El fútbol, ayudó, en este caso a mitigar el dolor contenido. Nunca las sirenes habían sido tan bien recibidas.
Deportes Iquique: Rodrigo Naranjo, Leandro Delgado, Daniel Brito, Mauricio Zenteno, Nicolás Ortiz, Rafael Caroca, Santiago Romero, Rodrigo Díaz (César Pinares 80′) , Walter Mazzolatti; Manuel Villalobos (Ruben Taucare 87′), Gerson Martínez. DT Jaime Vera.
Rengo Díaz, fue el goleador del torneo.
En un posteo de un facebook , se lee:
«Celebrando la Copa Chile en Santiago en pleno centralismo que por mucho que quiera invisibilizarnos, no lo consigue. A través del deporte una vez más, decimos Iquique, aquí estamos».