Así se llama este libro publicado el año 2017 por Daimo Sánchez León, más conocido como el chino Daimo. Hijo de Celso y de Josefina, destacados deportistas iquiqueños. Celso, un crá del Maestranza, Josefina, atleta del Olimpo.

Daimo continúa, casi sin saberlo con la larga tradición de cronista, esta vez del deporte, pero sobre todo del básquetbol. ¿Por qué cesto calato? Se refiere a la ausencia de red o de malla de los aros en la que se juega este deporte inventado por los yanquis. Es un libro homenaje a la Tierra de Campeones, en la que sus padres son centrales. Daimo empieza a jugar en el Chung Hwa y termina defendiendo en los campeonatos de verano, a Alas Negras. Década de los 80 en la que la Casa del Deportista abría sus puertas para ver a los grandes como el Lolo Pardo, Manuel Carrasco, Juan Rozas, Darío Ojeda, los hermanos Ortega, el Peta Castillo y al Sandy hermano de Daimo. Cuenta la historia de como su hermano, jugando contra Norteamérica, logra en una marca férrea, neutralizar nada menos que al Negro Pardo. Este ofuscado por la marcación, perdió la paciencia, cuestión que no le costaba mucho.

Los torneos de verano movilizaban a buena parte de la población local. Todos los clubes se reforzaban y mostraban sus mejores atributos.

El chino Daimo escribe tan rápido como jugaba. Recuerdo que entraba con su hermano, y adelante siempre, el viejo Celso, el crá que estuvo a punto de jugar fútbol por el profesionalismo. En Iquique defendió a  Maestranza.

En la crónica que da título al libro, Daimo se hace cargo de relatar un hecho triste. La tortura que sufrió en Pisagua, un jugador de Iquitados por parte de otro, a quien Daimo nombra como El Chegui. Este último discreto en el juego, no se comparaba ante la tremenda puntería del jugador del cuadro ferroviario. Ignoró el Chegui el protocolo no escrito del deportista. Rivales en la cancha, en la calle amigos. No conocía esta historia de Pisagua, pero si y mucho al jugador torturado. No sabemos quien es y menos donde está el Chegui.

Publicado en La Estrella de Iquique, el 17 de febrero de 2019, página 13