Pertenecer a un club deportivo en Iquique es algo casi obvio. “Yo jugué…”, se afirma con orgullo. Lo hizo el abuelo, el padre y el hijo. Y en el caso de las mujeres también. Los clubes marcan identidad, despliegan lealtades.  Y en  cada uno de ellos, existen personajes que hacen posible que a pesar de todo sigan vigentes. Viven en la memoria ancha y generosa. Manuel Silva de La Cruz, por ejemplo.

Nadie sabe porque en su fundación eligieron el nombre y los colores. Y por eso mismo nace la mitología. ¿Siempre Iquique jugó con camiseta celeste? La respuesta es no. Siempre fue La Cruz amarillo con negro? Las fotos de comienzos del siglo XX eran en blanco y negro. La cruz del cerro del mismo nombre, en el Colorado, fue la inspiración.

Los clubes cuando cumplen años hacen un inventario de su pasado. Repasan sus glorias y derrotas. Se honra a sus muertos, se exhibe el estandarte, se canta el himno, se sacan la suerte, se baraja el pasado y con optimismo el futuro. Este año nada de eso ha sido posible. El Covid 19 nos tiene autoconfinados. Los clubes están con sus puertas cerradas esperando el silbato del árbitro. El pasado 9 de septiembre, La Cruz cumplió 97 años. Lo celebramos por las redes sociales. ¿Imaginó Juan Rondón, su primer presidente, el año 1923, que íbamos a estar cerca de los cien años? Edgardo Barría, lo soñó, pero la muerte le impidió ver cumplido su anhelo.

El Estado chileno no tiene políticas públicas para atender y apoyar la importante labor que hacen los clubes de barrio. Y menos ahora. No nos esperan buenos tiempos para el deporte amateur. Pero como está inscrito en la historia de La Cruz “nada nunca nos ha sido fácil”. Ya recuperaremos nuestra cancha y tendremos nueva sede social. La pandemia quedará como un mal recuerdo, pero pese a todo, hemos reactualizado la solidaridad.

Queremos volver a las canchas. Un año sin jugar no se recupera fácilmente. Sin embargo, la mirada estará ahora puesta en los que nos falta para cumplir un siglo.

Publicado en La Estrella de Iquique, el 13 de septiembre de 2020, página 11.