Ciertas palabras te invitan a viajar. Palabras que se saltan las fronteras del pasado y del presente, que traen a la actualidad situaciones, no exentas de alegrías o de penas.  La de ahora viene acompañada de cierto rubor que aun acompaña a la culpa. Palabras que como a bordo de un tren te dejan en una estación del pasado. Palabras que transcurren en el barrio, en la plaza, en la esquina.

Una de ellas es compañón o compañones. La palabra en rigor alude a dos o más personas. Inseparables.  Proviene de esa dulce palabra que es compañero. Tan dulce como amigo o hermano, como floripondio o como el quiltro que fue parte de nuestras vidas.

Nadie sabe y nunca se sabrá, la vida tiene misterios, quien la trasladó del diccionario que habita en la ordenada biblioteca, a la otra biblioteca, esa de la calle, donde el habla popular desafía al habla oficial.

Nos criamos quienes dejamos de ser jóvenes hace ya un par de décadas, con esa palabra prohibida. Seamos breve-  Así es como a los testículos, gemelos que siempre andan juntos para arriba y para abajo, se les empezó a llamar compañones.

En la pichanga un pelotazo te dejaba un tanto groggy. “Me pegó en los compañones” exclamábamos cada que la pelota plástica traída del Puerto Libre nos golpeaba. “Zona testicular” le dicen ahora los comentaristas deportivos.

Hay que recordar que había un juego un tanto cruel. Se le llamaba salar a alguien. Te tomaban entre varios y uno, te agarraba los testículos y todos te pedían que chiflaras. No era fácil emitir un sonido bajo esas condiciones.  “Vamos a salar…” se decía como quien partía de excursión a Punta Negra o a intentar subir a la cumbre del cerro Dragón.

Derivado de la misma aprendimos la palabra verija de igual alcance y ubicación que la anterior. Los improvisados camarines de cualquier cancha del barrio, a la hora de vestirse tenían un olor a verijas, imposible de definir. A los flojos de esos entonces, se les decían que “se andan tirando las verijas”. Además se les decía a los nacidos el 1 de mayo. En mi barrio éramos muchos.

Publicado en La Estrella de Iquique, el 16 de abril de 2023.