Iquique se hizo por emprendedores. A fines del siglo XIX la palabra no se usaba con la abundancia de hoy, pero el espíritu era el mismo. Los dirigentes deportivos, esos que hacen posible que el deporte sea realidad, son los menos visibles. Se empeñan en una idea y tras ella echan a correr el balón. No sólo los empresarios y comerciantes ayudaron a construir lo que es hoy es la ciudad. Los dirigentes deportivos, quitándole el tiempo a su descanso, lavaron camisetas, concertaron partidos y pagaron cuentas. Su trabajo emprendedor se vio coronado por el triunfo. Ganaron prestigio y una fama que hasta el día de hoy capitalizan. ¿Echamos de menos a dirigentes como don Alfredo Chung, del Chung Wha, «Perico» Espinoza del Unión Morro, Antonio Fiamma del Olimpo,  y tantos otros. Los socios aportan con lo suyo, el pago de cuotas es su carné de identidad.

Más visibles son los jugadores. Aquellos que trazan un sueño que hay que hacer realidad. Arturo Godoy quiso ser como Firpo y lo superó. Y vaya como lo hizo. Cada 9 de febrero, los relojes emprendedores deben detenerse en tributo a este hijo de Caleta Buena que superó todos los obstáculos. Joe Louis no lo olvidó nunca. Conquistó Nueva York con sus guantes, sus 90 hilos y su valentía e inteligencia. Futbolistas, básquetbolistas, nadadores y tantos otros, levantaron la voz en  Santiago para decir que Iquique, pese a la crisis del salitre, sigue en pie.

El deporte amateur al que me refiero y que hoy parece estar sumido en una crisis de proporciones, fue lo que fue, porque se basó en una ética que se sustentó sobre dos pilares: el emprendimiento y una ética en función de lo colectivo. ¿Quién explica por qué el viejo Manuel Silva de su bolsillo costeaba las camisetas, pantalones, medias y zapatillas en La Cruz?

Lo que le falta a nuestra sociedad es comprender en su real dimensión el aporte del deporte a la integración nacional, la cohesión y la seguridad ciudadana. Carecemos de políticas públicas de apoyo a esta actividad. Los emprendedores deportivos producen capital social y simbólico. Ya lo dice la Biblia «no sólo de pan vive el hombre». Estos no tienen acceso a créditos blancos y los hombre de buena voluntad creen que regalarle un par de pelotas es suficiente. Hay que hacer una alianza entre los diversos tipos de emprendedores cuya finalidad última sea el bienestar de las personas.

Tal como hemos afirmado, la tríada del deporte: socios, dirigentes y deportistas sin saberlos son emprendedores. Producen un bien intangible pero necesario: el orgullo de pertenecer a un club, de tener un himno y un estandarte.