El viejo Waldo se nos ha muerto. Un señor de la canción popular que se conocía al dedillo el ambiente de la bohemia de ese Iquique ya que no existe. Amigo de Carmelo Dávila y de todos los grandes músicos que musicalizaron a la ciudad que tenía sólo banderas negras para manifestar su descontento contra el centralismo, supo descifrar el complejo pentagrama de una ciudad que vibraba no sólo con el deporte, sino que con la música también.
Waldo Nilo Pardo fue uno de ellos. Dirigente gremial, comerciante, candidato a regidor por el Usopo, se repartió por todas aquellas actividades que él creía podía servir. Pero era más músico que otra cosa. Tenía una sonrisa que cautivaba y un tono de voz  que lo convertía en un personaje entrañable. “Era un viejo choro” que logró cantar lo que le pidieran. No hay mejor interpretación de “Tú no has estado en Cavancha” que aquella  que nos regaló junto a la orquesta de Mario Berríos.  Y como si fuera poco nos dejó el “Bello Iquique” otro vals de los años 50, escrito por Choche Mérida y Luis Ortega. Ambos en el CD “Las Canciones del Chumbeque a la Zofri”.
Sus últimas producciones la gozamos con la estudiantina Tamarugal de Pozo Almonte, grabado en Carrero Disco bajo el rótulo: “Grandes Intérpretes Musicales de Nuestro Norte de Chile”. Una lástima que Carrero ya no nos deleite con esas colecciones.
 Don Waldo, junto a tantos otros, conforman la memoria de la música popular que bajo los diversos ritmos: boleros, fox-trot, cha-cha-cha, valses, animaron a una ciudad en crisis. Trotamundo, este viejo cantor no se cansó nunca de enhebrar melodías y jamás, pese a lo lejos que llegó a estar de su tierra querida, la dejó de querer. Me temo que los iquiqueños de hoy,  poco o nada sepan de este señor que cantaba “Lágrimas Negras” como ninguno.


Publicado en La Estrella de Iquique, el 8 de julio de 2012, página 25