De una u otra manera pertenezco a la familia del Olimpo. Mi padre fue atleta y en mi casa, en el living, sobre la tele de la época, o sea de la radio, lucía orgulloso un banderín con el nombre del club. Fue fundado un día como hoy, pero del año 1935. Fue su primer presidente don Antonio Fiamma Vigueras. Al alejarse de Iquique siguió cultivando el amor olímpico. Por tal razón fue declarado Presidente Honorario y Vitalicio. Lo mismo ocurrió con doña Ema de Gómez.
El Olimpo tuvo su primera sede en la calle Tarapacá al lado de la sala Imperio. En otras palabras donde actualmente se ubica el supermercado Rossi. Tiempo después se trasladó a las esquinas de Aníbal Pinto con San Martín. El año 41 cuando cumplieron seis años lo celebraron con una comida en el Chalet Suisse. Estuvieron como invitados especiales don Horacio Amaral y Eduardo Sepúlveda. Tres años después, organizaron la gran posta con antorchas. El equipo A del Olimpo estuvo formado por Miguel Lazcano, Germán Hidalgo, Roberto Kupper, Nerio González, Ernesto Gómez y Pedro Araya.
Este club desarrolló preferentemente el atletismo, el ping-pong, la natación y el básquetbol. En las primeras de las disciplinas destacó Julio León, portado y contraportada de la revista Estadio en más de una vez. En términos regionales, la figura de Ernesto Gómez -el rubio- brilló por su récord de los 400 metros con una marca de 51. 4/1. Le dio al cuadro de la “O Negra”, el primer récord de su historia que terminaría en la década de los 70 del siglo pasado.
En sus libros que los olímpicos cultivan en su memoria sobresalen los atletas más destacados que vistieron la camiseta de la calle Tarapacá. Entre ellos: Ernesto Gómez, Jorge Alvear, Hernán Cortéz, Mario Chang, Jorge Loayza, Job Quezada, Waldo Arredondo, Walter Steffen, Mario González, Raúl Vásquez, Luis Zamorano, Raúl Robles, Raúl Sáez y Jorge Caballero. En el béisbol brillaron Juan Sakurada y Mario Zamorano.
Al Olimpo le ocurrió lo mismo que al Chung-Hwa y al Crisol, por sólo nombrar algunos clubes importantes que animaron las tardes/noches del puerto en crisis. Fueron estas instituciones la que ofrecían el refugio y la vitalidad para seguir siendo files a esa tremenda marca de identidad que se llama “Tierra de Campeones”. Lo hemos dicho alguna vez, el deporte era el única manera de soportar el desprecio del centralismo. Con los puños del Tani y Godoy, los botines de Wood y de Torres, los cestos de los hermanos Corderos, entre tantos otros, pudimos alzar la voz, junto a la pluma de Carlos Guerrero, “Don Pampa” cada vez que Santiago, jugaba a hacernos invisibles. El deporte, en el mejor sentido de la palabra, fue el instrumento político que usamos para sobrevivir.
En esta dimensión, el Olimpo fundado el 3 de febrero de 1935, no hacía más que continuar la tradición iquiqueña del campeonismo. Es cierto, hoy ya no existe, no compite, no bate records, pero muchos se juntaran este domingo para acordarse de lo que fueron. El Olimpo está más vivo que nunca.