Hace 152 años atrás, y precisamente el 13 de agosto de 1868, a eso de las cinco de la tarde, cuando la nubes cubrían hasta la primera línea por donde algunas vez corrió El Longino, un fuerte terremoto asoló la región comprendida entre Ica en Perú, hasta Tarapacá.. A este movimiento de tierra le acompañó un maremoto, el que alcanzó hasta  Chiloé e incluso llegó a Nueva Zelandia y Oceanía.  “El terremoto, los incendios que estallaron a consecuencia del sismo y luego el maremoto dejaron en Arica un saldo de alrededor de trescientos muertes y más de cinco millones y medio de pesos en pérdida. Sólo en la aduana los daños en mercaderías fueron de más de cuatro millones de pesos”. Esto lo dice el historiador peruano Víctor  Barriga en su libro editado en 1951  Los terremotos en Arequipa. 1582-1868..

Iquique quedó totalmente destruido. El suelo se abrió. El único que quedó en pie fue el Hotel Europa. Las olas eran de dieciocho metros. Esto provocó que en Arica el barco norteamericano Wateree fuera lanzado a más de ochocientos metros de la playa. Naves peruanas e inglesas quedaron totalmente destruidas.

En Iquique, ambos fenómenos dejaron cerca de trescientos muertos. Cien casas destruidas. Al igual que los hornos de fundición, maquinarias de moler, destiladores de agua, entre otros. En Piasagua sucedió lo mismo. El mar arrasó con la calle El Comercio, y destruyó las líneas férreas y las maquinarias  del salitre. Hundió  además al vapor Glen Gaple. Hubo cinco muertos.

Según el historiador iquiqueño Braulio Olavarría, en Iquique, La Puntilla fue el sector más perjudicado.  Dice: “Casas de muralla sólida, de una vara de espesor, como las que poseían las familias Billinghurst, Gildemeister, Schrade y Santa María, por ejemplo, se derrumbaron como cartones ante el embate marítimo”. Y entrega esta información: “Hubo una persona que se negó a huir, confiando en la solidez de su residencia, cerrando todas sus puertas y obligando a sus familiares a quedarse dentro.  Fue don Guillermo Billinghurst, antiguo vecino y padre del homónimo ex presidente del Perú e historiador.  Este último se hallaba ausente de Iquique”.

El poeta arequipeño José Mariano Llosa, nos deja estos versos escrito el 23 de agosto de 1868:  “El Sol parece en lánguido desmayo/De Occidente en la cumbre/ Negar a la ciudad su último rayo;/ La faz cubierta de mortal vislumbre/Ante la densa nube/De polvo sofocante/Que en bocarada espersa y retemblante/ Cual un negro vapor, pesada sube./Un momento después cesando el ruido. Del temblor colosal..¡Todo ha caído!…/Convertida en recinto sepulcral;/Sin más vida que un triste vocerío./La ciudad de la fuerza y poderío.

Podemos suponer en base a la información histórica disponible, que el primer terremoto que se tenga noticia, haya sido el del 22 de enero de 1582, continuó con el del 12 de febrero de 1600, el del 24 de noviembre de 1604, el del 20 de octubre de 1687, el del 22 de agosto de 1715, el del 8 de enero de 1725 (estos dos últimos temblores, el terremoto del 13 de mayo de 1868. hasta llegar al más conocido el del 13 de agosto de 1868, que ya hemos relatado. Que Iquique es una ciudad movida, lo es.

Publicado en La Estrella de Iquique, el  17  de agosto  de  2003