La decisión de la FIFA de realizar el mundial de fútbol en Africa obedece a muchas razones. Económicas las hay, como también políticas: posicionar a este continente en el escenario mundial; para ello debió rendir una prueba de suficiencia en torno a la capacidad de organización y de construcción de infraestructura. El mundial se parece mucho a una feria como la que se está realizando en Shangai. Los estados nacionales a través de sus selecciones, se hacen presente en el llamado “planeta fútbol”. Es al igual que las ferias el modo de conocer otra cultura. Y esto es lo que no se ha logrado.
Me temo que la cultura africana quede encapsulada en un símbolo que ha dado mucho que hablar, a pesar que no da las condiciones para hacerlo: las vuvuzelas. De la historia del colonialismo, el hambre y el Sida, nada. Menos de sus intelectuales y de sus artistas. Uno de ellos es J.M. Coetzee, Premio Nobel de Litreratura el 2003. El fútbol es una extraordinaria vitrina para hacer visibles a los que han carecido de representación mediática.
La televisión de otros países, ha difundido una cultura cívica mayor que la nuestra. Las biografías de Nelson Mandela, por ejemplo, han mostrado a un hombre amante de la paz y sin rencores. La nuestra ha reducido a este país, a una especie de zoológico. Los juicios de nuestros comentaristas deportivos caen, por lo general, en el lugar común. Nada se dice por ejemplo del aparthei y sus funestas consecuencias (Como si fuera poco se han vuelto a poner de moda los chistes racistas).
Cada mundial deja sus recuerdos. Circula en la red en pdf el album de fotografías del año 62. Cumbias villeras y de las otras inmortalizan a Alexis Sánchez. El rock del mundial del 62 sigue sonando como si nada. Los que viajaron a Sudafrica tendrán que volver a la realidad. El crédito de consumo, con la que financiaron el viaje, más intereses, le sonará al oído como sonido de veinte bubuzelas.
Mientras que el fútbol se juega en estadios postmodernos (los de antes sólo tenía baños para hombres y gradas de maderas, etc), nuestro Deportes Iquique sigue en picada. Me preocupa la suerte de la roja, pero también la de la celeste. La tecnología denuncia las malas artes en el área chica cuando se ejecuta el corner. Nuestro “Foco” Torres, habría visto la roja apenas iniciado el partido.
Lo que nos ha mostrado el mundial, más allá del pobre futbol (excepciones de Brasil, Argentina, Uruguay y Chile) es una imagen que contradice la frase con la que termina la canción de la Skakira. Habría que corregir a la colombiana: esto no es Africa.
Publicado en La Estrella de Iquique, el 27 de junio de 2010. Página A-9