En la larga visita que hizo Fidel Castro a Chile, el año 1971, y en la que visitó buena parte del país, sobresalen una par de “salidas de protocolo” que han quedado como anécdotas. Ambas tienen que ver con el mundo del deporte. El béisbol y el básquetbol son temas que toca en María Elena, Chuquicamata e Iquique.
En María Elena se enfrasca en un diálogo con los trabajadores. En el estadio pregunta Fidel quien gana en un hipotético encuentro entre ambas localidades. Los tocopillanos responde que le ganan en el béisbol. El cubano se asombra y pregunta: “¡Ah, pero nosotros no sabíamos que ustedes tienen un equipo de pelota. ¿Ustedes tienen un equipo de pelota?”. La concurrencia le responde que tiene un equipo de béisbol. Fidel responde con buen sentido de humor: “De béisbol. Pero ustedes hablan español o ustedes hablan inglés? (1971: 168). El comandante ignoraba la tremenda historia de los tocopillanos en ese deporte. Al final Castro les dice, al saber de la tradición tocopillana en ese deporte: “Ya me están empezando a asustar, porque a lo mejor ganan el campeonato allá también, encima de haber ganado el campeonato de pesca submarina”. Ese año, el 71, en Cuba, se realizó el campeonato mundial de béisbol. De allí la observación de Fidel.
En Iquique, en noviembre del 1971, Fidel se saca fotos con Raúl Choque en una embarcación marina de la Corfo. El campeón del mundo está con su traje y luce una sonrisa ancha, mientras Castro abraza a Alejandro Soria Varas, intendente de la provincia.
Por la tarde, en la Casa del Deportista, Fidel se entusiasma y juega un pequeño partido de básquetbol. No hay camisetas, pero rápidamente llega un juego del Iquitados. El comandante se pone la casaca número 12.
Fidel jugó al baloncesto en Chuquicamata, pero la altura lo embromó. A nivel del mar la cosa cambió. El equipo de Fidel estuvo compuesto por Magliochetti, Harley, Ambrosio, Suárez y Jirón. Los dos primeros de las fuerzas armadas chilena. El otro equipo de los periodistas por: Henríquez, Cancino, Sánchez, Espinoza, Cuevas y Cuadrado. Arbitraron Brito y Piña. Ganó el equipo de Fidel por 32 a 14. Fidel anotó 14 puntos. Terminó el encuentro y Fidel dio, a grandes zancadas, la vuelta olímpica.
Tuve la suerte de entrar a “la mala” por una puerta de la galería que estaba entre la Municipalidad y la Casa del Deportista. No había seguridad ni muchos menos. Fui testigo de ese momento casi histórico.