Las fiestas religiosas y populares siempre han sido vista, por las elites, como una trama sospechosa. Se le tema al desborde. La Europa del siglo XVIII y XIX, luchó a favor de la prohibición de estas manifestaciones de origen campesino. El ciclo ceremonial y ritual, por una mejor agricultura y ganadería fue encerrada bajo el violento rótulo de paganismo.
Algo de esto sucedió con la fiesta de La Tirana y san Lorenzo, por sólo nombrar dos. Pero al final del día, ambas supieron imponer sus términos. Y es más, han crecido.
En la estrecha quebrada de Tarapacá, donde se ubica el pueblo del mismo nombre y que le otorga a la región su nombre, y luego del Covid-19, la fiesta se realizó con la majestuosidad requerida. La expresión “el pueblo se llenó” graficaba la cantidad de gente que acudió. La plaza, ese espacio público, que a veces, se nos escapa, era el lugar del encuentro. El santo se paseaba en los brazos como un tesoro de quien lo tenía. Seguro que ocupará un lugar de privilegio en la casa. Otras, te detenían para entregarte un recuerdo del santo. Con el sol a cuesta, una mano peregrina te obsequiaba una naranja, un pequeño oasis que te cabe en la mano y deleita tu paladar. Las bandas quebraban el silencio, y en forma paralela una al lado de la otra, enriquecían el paisaje sonoro. Los Morenos de Victoria, fiel a su tradición vestidos con los colores de santo, exhiben sus mudanzas bajo la atenta mirada de Jhoao y de Pancho. Los pieles rojas Águilas Blancas, y sus dos brujos bailaban rodeando el fuego. Otros bailes esperaban sus turnos: tobas, diabladas, caporales. Este año se notó la ausencia del caporal Sergio Sanginés.
La mañana del 10, la Rompía del Día, con los sonidos de una banda de laquitas, acompañaba y le abría paso a Mario Copaiva, mi compadre Checo. Lo esperaban cientos de devotos y respondían en coro a la pregunta ritual: “¡A quien venimos a saludar”. La respuesta aplacaba el frío. La controversia ya es cosa del pasado.
Como dice la canción “Para el año volveremos”. Estuvimos ahí, y seguiremos estando de cualquier forma.
Fotografía de Francisca Basaure.
Publicado en La Estrella de Iquique, el 13 de agosto de 2023.