Folklorista
1923-2018
La música de los aymaras que pueblan lo que es hoy, el norte grande de Chile, está directamente relacionada con su estructura religiosa. Su música es estrictamente ritual. Vientos y percusión constituyen la base de una música que intenta mejorar la relación con sus deidades. Ya sea en el floreo de los animales, en la celebración a los Mallkus, en los carnavales, la limpieza de los canales o en las fiestas patronales, el sonido de los instrumentos de vientos y de los cueros constituyen la banda sonora de este pueblo antiguo y vigente a la vez. La puesta en valor de este arte a nivel nacional, se debe entre tantos otros a Margot Loyola, a Eduardo Carrión y Mario Cruz entre otros. Pero, hay un nombre y un hombre que a veces se nos olvida.
Pocas veces se pronuncia el nombre Calatambo Albarracín. Y no es por olvido o algo que se le parezca. Es simplemente pereza. Esa actitud que tenemos los iquiqueños de dejar para mañana lo que podemos hacer hoy. Fueron los Hijos de Iquique, bajo la inspiración de Andrés Daniels, los que le brindaron un homenaje. Pero faltan más. Este pretende ser uno más.
El que más ha aportado a la difusión del patrimonio musical regional, ha sido, sin duda alguna, Calatambo Albarracín. Autor del Cachimbo de Tarapacá, este ex alumno de la Escuela Centenario Nº6, empezó en la década de los 50 a divulgar en la capital, esta música tan desconocida como bella. Con el conjunto “Sierra Pampa” realizó múltiples manifestaciones musicales. El año 1979, el sello Alerce le edita el disco Calatambo Albarracín con los Calicheros del Norte Grande. Contiene las siguientes canciones:
Me voy al norte (cueca). La Tirana Chica (danza ritual). Carnaval de Huasquiña(pasiris). Pampa Salitrera (Lamento pampino). Camanchaca (Cueca). Tamarugos (Danza ritual). Trote del Burrito (Trote). Carnaval de Iquique (Carnaval). Cueca a San Lorenzo (La Siballina, Cueca). Gracias (Imploración a la Virgen). No estés llorando amigo (Tonada). La Matillana (Canción Cordillerana) y el ya conocido Caliche, que en palabras del autor es una: “Cueca inspirada en el sentimiento y cariño del nortino por la tierra que lo vio nacer, matizando en ella la materia prima del salitre que es el caliche y la alegría que éste siente cuando está de fiesta”. La canción dice:
Ay mi negrita linda, caliche te doy mi amor (bis)
Soy del Norte de Chile, Caliche en mi corazón (bis)
Una cueca nortina, Caliche vamos a bailar (bis)
De punta y de taco, Caliche vamos a sacar (bis)
No le cuentes a nadie, Caliche de nuestro amor (Bis)
Que así calladitos, Caliche será mejor (bis)
Somos rotos pampinos, Caliche póngale vino.
La intersección de lo andino con lo pampino, le ha dado a Calatambo una universalidad que a veces no le reconocemos.
Se le debe a Calatambo Albarracín (http://www.musicapopular.cl/artista/calatambo-albarracin/), hermano de Gladys, el haber difundido esta danza en todo Chile. El, le puso la letra. El folklorista Rolando Alarcón (1929-1973), compuso en su honor el «Negro Cachimbo.