Club de boxeo

Club de boxeo

Cuando se camina por Thompson rumbo hacia al centro, está el edfiicio del club de boxeo más antiguo de Chile. Entre Barros Arana y Vivar, y sobre todo en verano, las puertas se abren y bajo la mirada atenta y formadora de Humberto Sepúlveda, hombres y mujeres practican este deporte. Es un lugar lleno de historia. El patrimonio deportivo se huele en cada lugar. El Heriberto Rojas, nació en el barrio Matadero, en Videla con Arturo Fernández. Su primer presidente fue Pedro Segovia y 22 socios lo siguieron en ese acto fundacional. Era el año 1921. El gran Tani Loayza hizo sus primeros aprontes en el cuadrilátero de este club. Aun queda un cuaderno con su nombre y firma. Su nombre es Estanisalo Aguilar. Creía engañar a su madre. Pero la ciudad era pequeña. Heriberto Rojas fue el primero peso pesado que fue campeón de sudamérica. Reinó en las dos primeras décádas del siglo pasado.

Este club es el más activo de lo que aun quedan en la ciudad. Sus activos dirigentes no pierden la esperanza de que se construya un gimnasio con todas las comodidades del caso, para de ese modo atraer a las nuevas generaciones. En la década de los 60, tal vez la última época de oro del boxeo iquiqueño que más tarde iría a continuar Eduardo Maravilla Prieto. El Heriberto Rojas, fue una máquina de producir campeones: Joaquín Cubillos, Humberto Sepúlveda, Jorge Prieto. Y en años más atrás el negro Francino y Gustavo Moscoso. No olvidando a Pancho Bahamonde, apodado el “mandìbula de cristal”. La lista es larga, el espacio es poco. Pero la memoria, ese libro gordo, los tiene a todos registrados. Las jóvenes promesas esperan el sonido de la campana para subirse al ring.

La ciudad era de los boxeadores y sus gimnasios estaban presentes en todo la geografía urbana: Unión Matadero, Heriberto Rojas, Manuel Sánchez, Ramón Montoya, por solo nombrar a los más clásicos, albergaron a quienes nos bautizaron como tierra de campeones. Otros desaparecieron como el Deportivo Tani, el Raúl Sierralta, entre otros. Guantes de Oro, boxeos de los barrios, de los militares, de los liceanos e incluso femenino, daba cuenta de una ciudad deportiva, que sin la presencia del Heriberto Rojas, no se puede explicar.

Publicado en La Estrella de Iquique, el 7 de junio de 2015, página 13