Nada de lo que hoy es el centro comercial de Iquique se parece a ese que dinamizó la vida económica en los años 20, del siglo recién pasado.  Con las excepciones de siempre, claro está. Entre ellas, la Confianza y Las Dos Estrellas. Las siguientes, sólo existen en viejas agendas. El Directorio Comercial de  la Provincia de Tarapacá, editado por Lema y Ramírez, el año 1923, entrega información al respecto. De él, extraemos alguna información.

En la calle Tarapacá 723, se instaló don Spiro Tomasevich, con un negocio de abarrotes en general. Reza la publicidad que data del año 1912.  En la calle  Esmeralda, a la altura del 885, don Doro Caicedo Molina, tenía  su joyería. “Viajando constantemente a la zona salitrera” dice en su aviso. Don Juan Cuevas, por su parte, en calle Tacna  664, ofrecía sus servicios de mecánica, electricidad y gasfitería. Un italiano, don Guerrino Stieffoni, en Tarapacá 391, poseía el restaurante “Torino”. Ofrecía, para que no se diga nada “Bar surtido con licores legítimos”.  Otro pero que no dice dónde estaba, tenía como novedad  el extirpador de caspa “Poponax”. Es la peluquería de Carlos Viollo que se llamaba “Parisien”.  En  Serrano 890, aires del protestantismo,  instalaba una tintorería. Su dueña,  Carmen Estay de  Cancino. “La Reforma” se llamaba este negocio.  El hotel “Pretty Fort” de Gregorio Rojas, se destacaba por dar pensión a domicilio y recibir pensionistas”. Sus coordenadas eran Vivar esquina Esmeralda.

Pero no todo era comercio como el indicado más arriba. En la Plaza Prat 680 Altos, funcionó el Laboratorio Químico  de F. Rochna, “ensayes y análisis” realizaban. Y como la gente se moría, el negocio de la pompas fúnebres, era de Moisés González, ubicada en calle Tarapacá 838. Compartía este rubro la familia Illanes que en los altos de la Barraca Victoria en la calle Zegers, entre Vivar y Barros Arana, ofrecía “ataúdes, urnas mortuorias, carrozas y capillas”. El rubro de la electricidad estaba a cargo, entre otros, por Luis Advis. Estaba en pleno centro de Iquique, o sea, en Plaza Prat esquina Tarapacá. Ofrecía “precios razonables”.  Don Pablo Moreno, por su parte, ubicado en la Plaza Condell, tenía su negocio de Fonografía llamada “Columbia”. Decía “El más completo repertorio de toda clase de música por los más famosos artistas del mundo”. No sólo había que escuchar buena música, sino que también inmortalizarse a través de la fotografía. “Luz y Arte” de Harlow y Barahona, ubicado en Vivar 817, daban esa posibilidad. “La única fotografía que puede atender el gusto más exigente, por su delicadeza, corrección y gran estilo moderno en sus trabajos. Teniendo gran especialidad en Retratos de gusto Artístico”. Hubo  también una librería la “Nacionalista” que exhibía los últimos textos. Además su dueño era un antiguo profesor. Estaba en Tarapacá 329. Hubo además un Mac Donald,  en Luis Uribe esquina San Martín. Licores y porcelana expendía.

Como se puede apreciar, la vida económica de la ciudad, cubría todas las necesidades de la población de los años 20 del siglo pasado. Este es un tema, que hay que seguir detallando, para comprender la importancia que el comercio tuvo en esta ciudad cosmopolita.

 

Publicado en La Estrella de Iquique, el  9 de febrerode 2003