En una publicación del año 90, indicábamos la gran cantidad de programas del recuerdo que se emitían en las radios de la época. De los años 80 a los 90, el dial iquiqueño estaba lleno de programas de nostalgias. El fenómeno de la Nueva Ola, era su común denominador. Sus animadores, no se cansaban de evocar esa época. Expresiones como “la época de la motoneta”, el ”malón de los recuerdos”, brotaban de los labios de los hombres y mujeres de radio.
Hoy la situación sigue siendo la misma. En Iquique, este formato se trasladó a la televisión. El programa Los Años Felices, LAF, que conduce el profesor Jaime Campusano, se ha convertido en el más visto y en el mejor de la pantalla local.
Más allá de las consideraciones sociológicas acerca del culto al pasado, por temor a no tener una idea clara del futuro, el programa de este hijo ilustre de Iquique, se caracteriza por su dinamismo y brevedad, algo que no se encuentra fácilmente en nuestra televisión local. Y es así, por que nos encontramos frente a un personaje que sabe su oficio. Así como el panadero sabía hacer bien el pan, como Mario Córdova, entre otros, Jaime Campusano conoce la gramática y semántica de una época en la que pasó todo o casi todo. Y como buen profesor tiene esa habilidad, ese don, el de la comunicación. Sus relatos y comentarios sobre lo que habla son creíbles. Hasta se podría pensar que es amigo de Domenico Modugno.
La familiaridad con la que se refiere al hablar de Rita Pavone, a la Jeanette y a otras divas del long play es envidiable. Otro rasgo importante es su capacidad para abrir paréntesis y señalar lo que en ese entonces pasaba en el mundo. De ese modo el televidente ubica los tiempos en que la diva española se confesaba ante el mundo “Yo soy rebelde por que el mundo me hizo así” (En la Unap una pared está rayada con esa frase, y se le agregó un estruendoso y satirico: “ja ja ja”).
A lo anterior habría que agregar la buena fuente de videos que allí se muestran. Cantantes norteamericanos que pavimentaron el camino a lo que ahora conocemos. Italianos, franceses, españoles, en imágenes en blanco y negro que se colorean con la narrativa de Jaime Campusano. LAF, más allá de que eso haya sido cierto o no, es una máquina del tiempo que nos lleva a la radio, a los LPs y a los malones en la que nuestro mayores soñaban con ser Paula Anka o Brenda Lee. En el Murex, como me decía Antonio Valdelomar: “Murex hoy, Murex Mañana, Murex toda la semana”, la “chancha” no se cansaba de tocar la canción “Diana”. Al profe Jaime Campusano, le debemos este buen programa de televisión y se le agradece.
Publicado en La Estrella de Iquique, el 29 de noviembre de 2009