La historia del cine Délfico, cuyas fotografías circulan por las redes sociales se puede interpretar como la pérdida del espacio público. En un ejercicio de arqueología histórica, y al momento de excavar, donde est​á​ hoy el edificio Atalaya, aparecerían los restos del mentado cine al aire libre, lugar en que además, se hizo el pesaje que dio a Chile el campeonato mundial de Pesca y Caza Submarina. Trozos de celuloide, y las voces de las decenas de cantantes locales que vieron en ese lugar, el trampolín para llegar a San Remo ¿Por qué no? Queda la pregunta ¿quién fue el creador de esta obra hermosa que fue el Délfico?

Antes de este cine al aire libre cuya escenografía natural era el mar, gaviotas, jotes y otros pájaros, hubo una obra olvidada de la que conozco una sola fotografía. Se llamó el parque del Salitre y la diseñó un señor de apellido Flacquer.  Pero la historia continúa.

Al seguir excavando aparecerá de forma majestuosa, el complejo deportivo Manuel Castro Ramos que constaba con un aforo para 4.500 personas. Nadie sabe porque se demolió. El deporte y en especial el básquetbol tanto masculino como femenino. En la trágica noche deportiva iquiqueña está la del año 43 cuando los nuestro caen derrotados frente a Valparaíso, que venía con la mayoría de sus jugadores formados aquí. La Chile, sale campeón, con casi igual formación. Equipos de los Estados Unidos, saben jugar con el rumor del mar como música de fondo.

Cada vez que el cine Délfico se cierra por razones que nunca vamos a saber, se reinaugura con la película italiana de los hermanos Maciste. Un filme de la década de los​​ años 60. Personaje​ con mucho músculo y s​i​n nada de cerebro, decía la crítica. En los años 90, Soria y la Dubost se agarran por el nuevo edificio. El primero dice que se lo va a entregar a las juntas de vecinos. Ya saben, ganó la segunda. En noches de luna llena, se escucha el público que aplaude. Y la voz de la Magaly Moya que canta y encanta.

Publicado en La Estrella de Iquique el 30 de enero de 2022, página 11