Desde el aeropuerto a Iquique, media una distancia, en tiempo, de media hora. Usted sale con sus maletas y estarán, como casi en todos los aeropuertos, muchos taxistas. El precio es de $17.000 por el taxi en total, para cuatro personas ($4.250 per cápita). El viaje es hermoso, a su derecha los cerros de diversas tonalidades y a la izquierda la costa azulosa.
Movilizarse en la ciudad, es otra cosa. Iquique es la ciudad menos regulada en su transporte público. Se recomienda usar colectivos (coletos), los taxis también sirven. Desde el centro a la Universidad vale $800. No hay líneas establecidas. El primer pasajero fija el recorrido. Se debe decir «voy a la Unap, en playa Brava». El mismo precio para ir a la Zofri.
Hay Easy Taxi y Uber (estos conviven muy bien con los taxistas). Los choferes se meten en las conversaciones, y escuchan música a volumen poco convencional. Le dan duro al «Despacito», aunque algunos, los pocos, escuchan a Pink Floyd, otros a Arjona y muchos a Américo. La mayoría son apolíticos, es decir, votaron por Piñera.