El señor de esta foto pudo haber sido uno de los actores del neorrealismo italiano, de Vittoria de Sica, por ejemplo.  Puede que sea uno de los tantos actores de esa película que se llama «Ladrón de bicicleta». Pero no. Nada más lejano. Ese señor que me mira como pidiendo explicaciones, pero que a su vez me envuelve con su mirada, que detrás de esos inmensos cuellos, habita un inmenso corazón, es mi padre. De herencia me dejó una bicicleta y el nombre que me acompaña y me define.