Tarda en llegar la primavera. Esquiva, pero no maldita. En ese otro Iquique que vive en los recuerdos, la gente se volcaba a las calles, a celebrar la fiesta de la primavera. Tradición que venía de la vieja Europa y que se arraigó, como otras, en este puerto encajonado, entre el mar y el desierto.
Y había que elegir a la reina de la primavera. El movimiento era intenso para el logro del objetivo. Edda Gandolfo fue una de ellas, entre tantas otras que registra la historia de estos reinados. Le cantaban: “Para subir al cielo/ se necesita/ una chica bonita/ como la Eddita”.
Fresia Chamudis, se corona el año 1932, tres años más tarde lo hace Eliana Amaral y en el 1948, Agustina Chinchilla. Cada una tuvo su poeta laureado. René Rubén, fue uno de ellos. Escribió: “¡Reina gentil!/ En tus cabellos negros se enredó la noche iquiqueña/que embriagada de zafiros y diamantes sueña…”.
Finalizaba esta fiesta con el Corso de Flores y el desfile de carros alegóricos por las calles de Iquique. Carecíamos de flores, pero esa tarde noches las florerías regalaban sus productos y la ciudad se convertía en un inmenso jardín. Ignoro cuál fue la última reina y cuando esta fiesta dejó de realizarse.
Con la primavera se empezaba a guardar en el ropero o en la cómoda la chalequina, se doblaban en cuatro las colchas. Y se buscaba afanosamente el traje de baño del año pasado. Era una estación intermedia que conducía al verano que para los iquiqueños era sinónimo de playa y arena. En forma paralela la radio emitía decenas de canciones alusivas a estas estaciones. No me gusta la Yuri, por lo mismo que nunca fue maldita la primavera, aunque hay algunas trágicas, por cierto.Y otras vergonzosas. Es cuestion de recordar nuestra reciente historia.
Que tarde la primavera no es asunto de ella. Es nuestra. El cambio climático es producido por las grandes economías que violentan la naturaleza, orientadas por el lucro. Bienvenida primavera.
Publicado en La Estrella de Iquique el 26 de septiembre de 2021, página 11