La calle y su uso por parte de sus habitantes ha sido uno de los rasgos modulares de nuestra identidad cultural. Habitar la calle y arrebatársela a los automóviles parece ser uno de nuestros mandamientos. Tenemos una larga historia de esa forma de habitar el espacio público. Habría que imaginar a los miles de obreros en la plaza Montt y en las calles de Iquique, en diciembre de 1907, ocupando la ciudad. Las romerías constituyen también las formas más clásicas de ejerecer soberanía popular. Lo mismo acontece con los funerales. Del siglo pasado el de las víctimas de Pisagua, encontrados en la fosa clandestina, parece ser el más multitudinario.
Las calles y sus plazas fueron el lugar que la izquierda de los años 60 ocupó para mostrar su poderío: “Si este no es el pueblo/ el puebo donde está/ el pueblo está en la calle/ haciendo la unidad”. Grandes concentraciones expresaban la lealtad a ese proyecto de cambiar la sociedad. La religión por su parte, sobre todo la iglesia Católica, a través de las procesiones da cuenta de su existencia. Recorre las calles de la ciudad, en Semana Santa, por ejemplo, para recordarnos la muerte de Jesús. Otras iglesias, se desplazan por la calles predicando, tal es el caso de los evangélicos y de los Testigos de Jehová, pero lo hacen por las veredas. Las procesiones, puede ser vistas como expresiones de vigencia y de fuerza, aparte claro está de su naturaleza religiosa. La procesión consiste en instalar en un espacio profano una dimensión sagrada.
En Pascua de Negros, por ejemplo, en La Tirana, los peregrinos se desplazan por la calle 16 de julio. Los bailes de pastores van abriendo la calle, mientras los grupos de lakas, ejecutan sus melodías. Luego la figura del niño Jesús vestido con trajes andinos. Más atrás el Obispo, y finalmente los peregrinos portando las figuras del niño Manuel. Han pasado a saludar y a cantar a los pesebres del pueblo. La Tirana se ha santificado. Luego viene la cacharpaya, las cumbias, la chicha y las peras de pascua. El alférez invita.
Publicado en La Estrella de Iquique, el 11 de enero de 2015, página 16
Forografías de Rodrigo Orchard M.