De los doce meses del año, mayo debe ser el más iquiqueño de todos. Con esto quiero decir que no hay que reducir esos 31 días solamente a Prat. Al César lo que es del César, y a los viejos de San Enrique lo que es todos. El 1 de mayo de 1935, el equipo de esa Oficina Salitrera alcanzó la cumbre y la inmortalidad. Se coronó campeón de Chile. Derrotó a O»Higgins de Chillán por 2 a 1. Empató a 1 con Osorno Atlético. En la revancha lo ganó por 2 a 0. En esa misma racha goleadora derrotó a San Lorenzo de Coquimbo por 3 a 1. A Eleuterio Ramírez de Temuco 4 a 3. En la final ganó a Universitarios de Santiago por 3 a 1 con goles en dos oportunidades de Sanhueza y de Manuel Arancibia. Fue campeón nacional. San Enrique formó con Céspedes, Zamudio, Cisternas, Bermúdez, Salinas, López, Arancibia, Luján, Sanhueza, Naveas y Ceballos.
El goleador del campeonato fue Manuel Arancibia, de los registros del Sportiva Italiana. Después de este triunfo, fue contratado por el Colocolo y estuvo en el sudamericano en Montevideo. Se ganó el mote de “El Discutido” porque el club albo y el Badminton se lo pelearon para que defendieran sus divisas. El día 3 de mayo a las 11 horas en el Salón de Honor de La Moneda fueron recibidos por el presidente Arturo Alessandri. Este les dijo:
“Siento verdadera satisfacción por el triunfo que han obtenido. Ustedes saben cuanto aprecio a los hijos de Tarapacá, a los cuales me ligan lazo de cariños y recuerdos, por eso mucho me preocupan sus necesidades y aspiraciones y todo cuanto en ella suceda repercute en mi corazón, como algo propio de mis sentimientos”. Eran los años de la crisis
Los campeones de Chile viajaron desde Valparaíso en el vapor «Perú» el 11 de mayo de 1935. Lo recibió en Iquique, el Alcalde Luis Advis Lobos.
La Oficina de San Enrique estaba eufórica con el triunfo de sus representantes. Se organizó con el apoyo del administrador Humberto Trobok la bienvenida. Este envió a su esposa con una comitiva a Iquique a hacer las compras para el recibimiento triunfal. Sin embargo, un accidente le costó la vida a la señora Trobok. Los festejos, fueron suspendidos.
San Enrique, no fue sin embargo, la primera selección iquiqueña que se corona campeón de Chile. Está, la del año 1929 de la que se conoce muy poco. Nuestros cronistas a quien mucho le debo, Hernán Cortés y Raúl Duarte, se fueron con los secretos de ese team donde presumiblemente, jugó uno de los grandes goleadores iquiqueño: Moisés “Chancha” Avilés. En el mes de mayo nació Estanislao Loayza, y murio en ese mismo mes, a los 77 años, pero ese es un tema para una próxima crónica. Como se puede apreciar en el mes quinto, tenemos mucho que celebrar. Sólo es cuestión de cultivar el jardín de la memoria.