El año 1959 se celebró la Semana Tarapaqueña, en medio de una aguda crisis. José Rodríguez Larraguibel era el alcalde iquiqueño y Esteban Sacco, intendente de Tarapacá. Se editó una revista especial. La editorial dice: «Tarapacá, ha dado mucho al país y merece que éste ayude ahora su salvación». Se preparó una exposición industrial, se eligió una reina, y se realizó un concurso poético. Un aire de nostalgia y de protesta recorre las páginas de esta revista. Un artículo que no tiene firma se llama «Cuando Iquique era… Iquique» y da cuenta, entre otras cosas, de las actividades culturales de la ciudad. Dice que en sus horas libres la gran Sara Bernhard se dedicó a mariscar en Cavancha. Narra la actuación en la inauguración del Casino Español de Paoli que cantó trozos de Otelo. La bailarina Nicassi, presentó las primeras piezas de índole picaresco para enojo de las damas iquiqueñas.

Los comerciantes hacen posible con su aviso la circulación de esta revista. Algunos: Heladería «Nuria» de Zerega y Machiavello, Restaurant «Montecarlo» de Carlos Silva Meza, Almacén «El Minero» de Eugenio Chía Wong, Hotel «Savoy» de Nicolás Karelovic.

La reina fue Edda I, Edda Gandolfo Boero. «Iquiqueña, rubia y linda» con esas tres palabras y en ese orden, se sintetizan sus atributos.

El primer lugar al Canto Lírico lo obtuvo Santiago Polanco Nuño: «Compañeros de los puertos, de la pampa y de la sierra/ no apaguemos el aliento que en nuestros pechos se encierra/ y luchemos firmemente por la fe de ideal/ que el coraje y el trabajo, que el tesón y la pujanza/ que la gloria y el olvido, que la luz y la esperanza/ todo eso lo decimos al decir: Tarapaca». Se nota en estos versos lo que en casi 10 años más tarde, sería el himno a Iquique.

Publicado en La Estrella de Iquique, el 21 de julio de 2013, página 17.