12 de mayo de 1920.
22 de mayo de 1965.
Se inició en Estrella de Chile.
Jugó en el profesionalismo por Magallanes.
En la foto de pie a la izquierda, el Gringo Peirano que fue también dirigente del Crisol, club de béisbol.
4 años de su desaparecimiento
El 22 de mayo se cumplieron cuatros años del inesperado fallecimiento del que fue gran deportista, Teodoro Peirano Peirano.
Al recordar de esta triste fecha viene a nuestra mente los recuerdos de su trayectoria en el fútbol.
Desde niño abrazó con cariño este deporte, cuando cursaba los primeros años de humanidades en el Liceo de Hombres de esta ciudad. Desde un comienzo demostró pasta y aptitud para su práctica.
Cuando aún no cumplía los 17 años de edad, ingresó al club de Deportes Estrella de Chile, donde por su juventud se llamó el “Benjamín” del equipo. Actuó por primera vez en segunda división.
No pasó mucho tiempo que la directiva de esta institución determinó que jugará en la serie de honor. Estos anhelos de sus dirigentes no se vieron defraudados, pues en sus primeras actuaciones, demostró sus innegables condiciones.
La Asociación de Fútbol, reconociendo sus relevantes méritos, lo consideró como jugador seleccionado, llegado a formar parte de la representación iquiqueña, cuando ésta logró en una ocasión el título de Campeón de Chile.
Su nombre y su fama se extendieron hasta la capital, donde el club Magallanes contrató sus servicios.
Después de haber actuado por varios años como profesional y dejado bien puesto el prestigio de esta tierra nortina, regresó a su ciudad natal, pero con el propósito de aportar sus conocimientos y enseñanzas en los clubes donde había pertenecido, como Gabriela Mistral, Rubén Donoso, Norteamérica, Unión Matadero, Crisol, Empart, Los Cóndores y Viejos Cracks.
Una tarde se encontraba entrenando al equipo de viejos cracks en la cancha del Club Chung Wha cuando repentinamente resbaló, siendo recogido por sus compañeros de juego. Transcurrieron varios días y no se sintió bien. Ante esta grave situación fue llevado al Hospital Regional. El mal siguió su curso. Fue trasladado a Santiago, pero a pesar de los solícitos cuidados que se prodigaron, falleció en medio del dolor y congoja de su hijo mayor que lo acompañó y sus compañeros de armas. Así desapareció de esta tierra este gran deportista que dedicó la mayor parte de su vida a su deporte favorito.
Queda aún muchachitos del Club Gabriela Mistral que recibieron sus enseñanzas y al cumplirse un año más de su fallecimiento, lo recordarán con tristeza.
Que la vida como deportista de Teodoro Peirano Peirano, sea un ejemplo para la actual juventud que práctica el deporte de balompié.
Al trazar estas líneas lo hago a nombre del Club Crisol, del que fue su fundador y entusiasta socio.
O.G.F.
La Estrella de Iquique
22 de mayo de 1969