La Escuela Técnica Femenina -ETF- ubicada en Baquedano con Riquelme, tenía por objetivo formar técnicas en diversos quehaceres. Se hablaba de economía doméstica. Una de sus profesoras Eliana Cerda. Los hombres, estudiaban en la Escuela Industrial Superior de Iquique -EISI-. Eran torneros, carpinteros, electricistas. Había por cierto un fuerte sesgo de género. El mundo era de los hombres, la casa de las mujeres. Afortunadamente las cosas están cambiando.

Nos enseñaban más allá del tipo de escuela a hacer trabajos manuales. A fines de año, todos llegábamos con nuestras tareas. Sillas plegables, bandejas de terciado afirmadas en cuatro tapas de envase de penicilina de goma y de color rojo. Durante el año, Manuel Castillo el “Pelao” se afanaba en enseñarnos cómo usar un martillo y  un serrucho. Nuestras madres nos hacían un delantal en base a sacos harineros. Algunas veces se hacían exposiciones en el salón de cada colegio. Había artistas en las manualidades como mi primo Alberto Lozán que en el barrio se ganó el apodo de Giro Sin Tornillos.

Mi otro primo Guillermo Pol, nos enseñaba en su casa el nombre de herramientas como la sargenta, la gubia y como hacer la cola. El banco carpintero era la sala de operaciones. Y qué decir del torno de madera, donde se hacían las patas de sillas y cuando el tiempo alcanzaba, trompos.

Eran conocimientos útiles que se combinaban con la lectura del Mío Cid, tan necesarios como pegar un clavo, pegarse un botón o freír un huevo. Asignaturas que por cierto, reprobé. Los trabajos manuales servían además, para defenderse de los mayores. Un listón de dos por dos, era un arma no letal, pero al menos, intimidaba.

En Iquique no había más de dos o tres barracas. La Illanes de la calle Zegers, la más famosa. Acceder a ella, era entrar a una dimensión desconocida. Las maderas apiladas y ordenadas por medidas olían a bosque que no conocíamos. La barraca no se entendía sin la ferretería. Era como la farmacia, había clavos, huinchas para medir, lápices carpinteros que cabían justo detrás de la oreja.

Publicado en La Estrella de Iquique, el 30 de enero de 2021, página 11.