Es motivo de preocupación para los bailes religiosos que cada año acuden a La Tirana y/o San Lorenzo por la serie de dificultades que deben enfrentar para el desarrollo de sus prácticas religiosas. Diversas voces que no logran entender esta lógica religiosa, se alzan en contra de una tradición que viene desde fines del siglo XIX. ¿Qué les molesta? En palabras de ellos, los «ruidos molestos» que los bailen en sus ensayos provocarían.
Constituye parte fundamental de la identidad y del patrimonio tarapaqueño, la presencia de los bailes religiosos que cada año peregrinan para saludar, a través del canto y del baile a la China y al Lolo. La réplica de esas manifestaciones en Iquique, sumada a la celebración de San Pedro y San Pablo, en Cavancha y en el Colorado, construyen un espacio sonoro y visual único en el país. En Cavancha los bailes deben sufrir la burla y la violencia de los que allí residen y que no entienden que esta ciudad tiene una lógica religiosa y popular profunda y en constante proceso de crecimiento.
Les molesta a los nuevos residentes la música de bronces, el sonido de la percusión y de la matracas. Pero además los bailes religiosos carecen de lugares en el espacio público para ensayar sus mudanzas, para encontrarse, para construir comunidad. La religiosidad popular es una manifestación puertas afueras. Por lo mismo deben tomarse calles y sitios abiertos. Los que piensan la ciudad y la planifican deben considerar estos aspectos e incluirlo en su proyectos. La dinámica de la religiosidad popular debe estar en las mallas curriculares de la arquitectura y del urbanismo. Además de hacerse extensiva a los nuevos residentes que deben entender que estas manifestaciones están inscritas en la larga y maciza identidad cultural de los nortinos.
La expresión ruidos molestos, aparte de ser violenta no es cierta. La música de las danzas tiraneñas tiene una belleza y complejidad que bien vale la pena, previo dejar entre paréntesis los prejuicios, percibir y valorar. Una ciudad democrática y orgullosa de sus tradiciones debe entregar espacios para el desarrollo de estas manifestaciones patrimoniales.
Publicado en La Estrella de Iquique, el 18 de noviembre de 2018. página 14