Nunca se imaginó el compositor mexicano Gonzalo Curiel (1904-1958) que su canción “Vereda tropical” iba a crear una de las leyendas más sabrosas que circularon en Iquique allá por los años 50. Iquique tenía veredas de maderas y un indesmentible aire tropical. Las palmeras, una expresión de lo anterior, aunque no la única. Se escuchaba más a Pérez Prado que a Beethoven, más a Tito Rodríguez que a Mario Clavel. No es exagerado cuando se dice que esta ciudad es la frontera sur del trópico.

Les advierto que estamos en el territorio de la leyenda donde todo puede suceder. No hay, para más remate, fuentes escritas o letradas que puedan asegurar si existió o no. El recurso es entonces, creer o no.

El lado tropical y popular de la ciudad no tardó en convertir esta canción en un himno. Fue tanto su éxito que una columnista del diario El Tarapacá, escribió una crónica bajo el sugerente título: “Iquique también tiene vereda tropical”. Una de las pocas mujeres que ocupó ese espacio dominado por hombres. Su nombre Carmen Kunstmann Hameau. Es el mes de marzo del año 1943.

Aquí viene la leyenda. Se dice que la prensa publicó un aviso que decía: “Se necesita empleada doméstica, pero que no se sepa la canción Vereda Tropical”. La popularidad de la canción era tal que el pueblo llano, la plebe, la entonaba cuantas veces podía. La elite, dueña del “buen gusto” no la soportaba. Doña Carmen, a quien años después conocí en la Cruz Roja, construye la imagen de una ciudad que hemos ido perdiendo. Se lee con la canción como banda sonora. La crisis, el centralismo, aparece como personaje central. Cavancha y el camino como lugares de inspiración poética, lo mismo que el cerro Dragón. Como para pensar que Gonzalo Curiel vivió por aquí. Por esa vereda se nos fue el Iquique de la que nos habla doña Carmen.

Es el Iquique popular que tararea la canción que las radios AM transmiten sin cesar. El Iquique cuyas noches “eran plenas de quietud”.

Publicado en La Estrella de Iquique el 9 de enero de 2022, página 11

Fotografía del año 1895, revista Oasis