Víctor Hugo Sarabia Alvarez

25 de mayo de 1956

 

Se le conoce cariñosamente   como el “Perro”  Saravia.

Oriundo del barrio Pueblo Nuevo. Estuvo en Deportes Iquique,

en los años gloriosos de los dragones.

 

Igor Ochoa, de la Revista Estadio,  escribió:

 

 

Casi me vuelvo a Iquique

 El iquiqueño Saravia no es un hombre de muchas sonrisas. Fuerte y corajudo en la cancha, prefiere la sobriedad como norma de conducta fuera de ella. Y nuca, desde que llegó a Santiago Morning,  fue de los que pidió mucha ayuda. Tentado por varias instituciones de Santiago, su destino era Colo Colo, pero finalmente terminó  en Santiago Morning con la consejería permanente del “Zorro” Alamos. Y a los 21 años, este Saravia,  analiza con la propiedad del que se forjó también en desesperanzas pasajeras.
“Me costó acostumbrarme  a todo el teje y maneje de los clubes de acá. Y en todas las experiencias me fui haciendo solo. Lejos de Iquique aprendí a superar mis malos momentos y a tratar de no desanimarme. Lo confieso, eso si, que alguna vez tuve ganas de abandonar todo y volver a Iquique. Sin embargo, olvidé todo eso y seguí.  Las lesiones me han perjudicado bastante y mi producción es muy  irregular.  Pero pienso que esa racha debe terminar y podré progresar definitivamente.  Desde otro punto de vista mis traslado a Santiago,  significó una maduración obligada. Podría decir que con los meses todo lo que pasaba,  la manera como yo  aceptaba los malos momentos, fue constituyendo una escuela de vida que valorizo adecuadamente.  Por lo demás, he pretendido no quedarme sólo en el fútbol y con el título de contador que poseo busco nuevas perspectivas profesionales. Incluso hasta hace poco estaba haciendo un curso de comercio exterior.  Y ni deja de ser difícil triunfar en Santiago. Más aún si uno llega desconociendo tantas cosas del ambiente. Como sea, quiero por fin estabilizarme en mi juego y alcanzar las metas futbolísticas que me he trazado.  Ya entendí que

podré ganar o perder o ganar sólo con mi propio esfuerzo. Uno se acostumbra a luchar solo … ¿se da cuenta?.

 

Igor Ochoa

Revista Estadio

21 de septiembre de 1977