Solis ya jubiló al villano invitado.
Por Igor Ochoa.
En el año del despegue de la UC, el volante iquiqueño muestra los sorprendentes
beneficios de un estilo menos bélico y de superior eficacia futbilística.
Nunca dejó de ser catalogado como un jugador útil, pero ya por costumbre en todos los “libretos” de nuestro fútbol le reservaban el papel de villano… Solís para la marca y el roce, para ir a meter algún tiro libre y protagonizar los duelos más violentos. Entonces cuando se inaugura esta etapa distinta de la UC con sueños renovados y contrataciones millonarias, Solís parece que no entra en la “programación”. Incluso durante el 79 había jugado mayoritariamente de “9” y no era de ningún modo probable que Andrés Prieto quisiera repetir el experimento… Pero antes que se conctretara su retorno a Iquique, desde donde llegó a la tienda cruzada en 1969, la confirmación del técnico ofreció la impensada opción de una revancha. Y lo mejor es que en un equipo que busca construir una línea de fútbol agradable Solís ha sido el de rendimiento más parejo, entregando sin excesos su fuerza y experiencia a otros dotados más jóvenes como Silva y Hurtado. Es “otro” Solís, tan eficiente como el anterior pero mucho más concentrado en el fútbol que en los trances “bélicos”…
-En el fútbol vale aquello de la fama y verdaderamente analizando todos los aspectos me reproché que estaba colaborando por umentar la idea del “hombre malo”. Y decidí dedicarme a jugar y nada más… Ahora no le niego que casi me voy de Católica. Ya estaba todo arreglado con iquique y me gustaba la idea de volver a mi tierra para colaborar en el despegue futbolístico. Pero conversé con don Andrés, me señaló que estaba en sus planes y que tendría un puesto en el equipo de acuerdo a lo que trabajara. No le niego que los dos últimos años en la UC no habían sido muy buenos, así que con la posición de Prieto me decidí. Claro que llegaban muchos jugadores y la cosa no iba a ser muy fácil, pero un desafío de esa naturaleza más me estimulaba. Y aquí estoy satisfecho con mi rendimieno, pero esperando subirlo más aún y que el equipo logre dar todo lo que puede. A mi juuicio a la UC le faltaba más temperamento que fútbol. Ahora somos aguerreáos y como se vio en Talcahuano todos los jugadores están metidos en una idea de jugar bien, pero sin dejarse pasar a llevar…
-Curiosamente Solís se “ve mejor” cuando como ahora el equipo juega casi con dos volantes dada la posición muy ofensiva del enlace…
-Me siento cómodo así. En nuestro caso el tercer hombre de mediocampo, Hurtado casi siempre, no tiene responsabilidades fijas de marca ni retroceso, aunque la idea es que él y los tres delanteros colaboren decididamente en la recuperación de la pelota. A mí me queda entonces una amplia franja para subir y buscar también en ofensiva. Yo creo que todos los muchachos entienden que nuestra “mecánica” no admite jugadores parados, así que rotan y trabajan todos. Y yo estoy bien, con ganas y fuerza y tratando de ordenarlos al “Arica” y Daniel (Silva), que son muy buenos jugadores, pero aun inexpertos. No es como el año pasado que jugaba de “9” y aunque marcaba goles sabía que en definitiva nadie me iba a considerar como un delantero real…
-Sintió a su regreso en 1978 una reticencia de sectores del público y dirigentes por las herencias del descenso de 1973…
-Aquel capítulo triste no fue sólo responsabilidad de los jugadores, porque los cambios de entrenadores cada mes no los hacíamos nosotros… Pero en alguna gente quedó grabado eso y cuando volví supe que debería convencerlos a todos con mi juego. Pienso que Católica para mí significa mucho y ese mismo año 74 si quedé en libertad de acción al final fue porque había firmado en blanco. Emocionalmente la UC es lo más importante y un detalle: cuando me “descubrieron”en el Nacional Juvenil de 1969 jugando por Iquique uno de mis compañeros era Benjamín Cáceres, el mismo que se mantiene en este equipo campeón. No le niego eso sí que en Colo colo adquirí una proyección internacional por la Copa Libertadores y la selección, recogiendo además todo el cariño de una hinchada que se nota más porque está en todo Chile. Pero acá en la UC está mi verdadera casa y yo valorizo eso como se merece…
-Lo malo es que estuvo un año (1977) “perdido” en Chillán…
-En lo económico claro que no pasó nada… Pero en lo futbolístico me sirvió para comprobar la realidad de un equipo muy deteriorado por malas políticas directivas. La gente en Chillán es muy afectuosa y se merecía algo más. Ojalá que vuelva a primera división. Ñublense no fue como Wanderers en 1975, porque ahí en el puerto creo que hice un un muy buen año como que volví a Colo Colo después. Las dos experiencias me sirvieron para comprobar otras realidades del fútbol, cuando no siempre se cumple en los pagos como en los clubes más poderosos. Y me adapté bien a equipos más sacrificados, a veces muy urgidos por la necesidad de sacar un punto. No siempre, eso sí, me sentí bien valorado por el periodismo, como si algunos se quedaran sólo con la imagen de los foules y los choques. Y otra cosa que también me restó más elogios fue mis aptitudes, fue la rotación por diversos puestos, ya que sólo me falta jugar de wing derecho… Por eso espero que este año coincidiendo con la campaña del equipo sea un muy buen año mío. Repaso a los otros equipos y veo a los de siempre. Colo Colo, Cobreloa, Unión Española, que tiene buenos jugadores; la “U” e… Iquique. Todos en un plano bastante parejo, porque el mismo Colo Colo ya está bien evaluado por el resto que sabe como jugarle. En la UC hace tiempo que no se pensaba en metas realmente importantes y esta vez estamos en condiciones de dar la pelea. El mérito fundamental de Andrés Prieto y el profesor Alejandro Guzmán es que si bien imponen un ritmo bastante intenso de trabajo nunca pierden el equilibrio de lo físico y lo futbolístico. No saturan a nadie y entonces el jugador capta mejor el beneficio de un esfuerzo sin pausa. De todos los equipos de Católica que he conocido de cerca me quedo con éste y el del 72, cuando se juntó un grupo muy joven y teníamos al “Tanque” Rojas como ariete. Y como le dije antes, este equipo jugará bien al fútbol, pero no se “borrará” en los partidos duros cuando hay que poner otras cosas…
Ya en su madurez este iquiqueño supo manejar los arrestos temperamentales y situarse con propiedad en un equipo de muhos nombres y proyecciones. Nunca nadie pudo decir que no era útil, pero al cabo pesaba más la fama de “villano” que le colgaba una inevitable etiqueta. Ahora como él mismo lo dice “no es un santo ni mucho menos”, pero su mayor autocontrol reveló la dimensión de un jugador más variado e influyente en el equipo. Quizás si ya antes de hacer el balance esta UC tenga la gran herencia de haber rescatado a Solís de una fama muy notoria que no dejaba ver al jugador…